La adaptación de nuevas tecnologías a los modelos educativos genera más beneficios que sólo mantener conectados los equipos de los alumnos a Internet: crear ambientes colaborativos donde el maestro es un facilitador de conocimiento, además, implica un ahorro de hasta 66% en costos de enseñanza.

 

Esta reducción se debe a que los estudiantes pueden utilizar sus dispositivos (sin importar el modelo de estos) para ver el contenido de la clase, y que los docentes tengan más facilidades en la impartición de su cátedra, coincidieron especialistas.

 

Pero la implementación de modelos educativos virtuales conlleva necesariamente una transformación de la currícula escolar, que es uno de los principales retos para lograr una revolución pedagógica en la que se pueda concretar un modelo de “educación en demanda”, apuntó Fabián Romo, director de Sistemas y Servicios Institucionales de la Dirección General de Cómputo de la UNAM.

 

De acuerdo con Romo, los jóvenes acceden a más contenidos educativos de diversos lados: “todo lo quieren tener en la palma de la mano y de forma muy sencilla. Además, estamos ante la conformación de un cómputo global que permite la conexión directa de cerebros y conocimiento en cualquier parte del mundo, lo que obliga a las instituciones educativas a generar mejores contenidos para sus alumnos”.

 

El académico señaló que los factores clave en el quehacer de las escuelas son los profesores y los libros, dos elementos que se tienen al alcance de un clic con herramientas como las FaceTime (videoconferencias) o Google.

 

Pero existe cierto riesgo en el uso de esas tecnologías, agregó, “como es la enorme distracción que notamos en los estudiantes, además del abuso y el subuso de la tecnología”.

 

Sin embargo, mediante herramientas de puertos de conectividad un docente puede asegurar que el contenido de su clase sea visto por sus alumnos en cualquier dispositivo y sin distracciones, por ejemplo, lo que facilita el ejercicio de cátedra, mencionó David Adame, director de Tecnologías de la Información en la Universidad Autónoma de Coahuila.

 

Finalmente, Carlos Daniel Sierra, responsable para el sector educativo de Microsoft México, mencionó que la conformación de ambientes colaborativos en las aulas mediante el uso de tecnología permite que los alumnos puedan tener mayor acceso a las habilidades del siglo XXI, como una mejor forma de interactuar y de acceder al conocimiento.