ASUNCIÓN. Clavados en una cruz de madera, así se mantienen ocho chóferes de una empresa de transporte con el fin de atraer la atención gubernamental de Paraguay, tras haber sido despedidos sin justificación.

 

El director general de la Federación Paraguaya de Trabajadores de Transporte Terrestre (Fepatrat), Juan Villalba, es uno de los hombres clavados a la madera, quien desde su posición horizontal reclama por las destituciones.

 

Mientras, la empresa niega tal crucifixión; los empresarios aseguran que los manifestantes en realidad tienen piercings en las manos”.

 

Juan Villalba señaló que el gerente de la Línea 30, Aufredi Paredes, propuso levantar la medida a cambio de la reincorporación de cinco chóferes y la liquidación de los otros tres.

 

Los hombres y mujeres que emulan esta antiquísima forma de castigo no están dispuestos a conceder absolutamente nada, y levantarán la medida cuando los chóferes sean repuestos a sus sitios de trabajo.

 

Entre fracasos de negociación, la salud de los trabajadores se ha visto notoriamente deteriorada.

 

La medida extrema es acompañada a distancia por otros cuatro chóferes en huelga de hambre, y otros 40 trabajadores que reclaman lo que entienden son sus derechos. Con información de elmundo.es.