Los policías mexicanos no pueden correr más de 100 metros en la persecución de un delincuente, antes quedan exhaustos; muchos no saben cómo portar y disparar un arma; carecen de cultura general. Además de que perciben un salario bajo, padecen la falta de respeto a sus derechos humanos y laborales.

 

Esa es la situación en la que se encuentran todas las policías de México, especialmente las estatales y locales, de acuerdo con un reporte del Instituto Ciudadano de Estudios sobre Seguridad (ICESI). Ante el panorama, el coordinador del Programa de Derechos Humanos (PDH) de la Universidad Nacional Autónoma de México, Luis de la Barreda Solórzano, urgió la aplicación de un programa de profesionalización a los uniformados.

 

Para el académico, el hecho de que las policías no cuenten con una rigurosa formación profesional y de confiabilidad, resulta irrealizable una vigencia efectiva del Estado de Derecho, “pues la función primigenia y fundamental del Estado es brindar seguridad pública a los gobernados”, subrayó.

 

Con frecuencia la policía mexicana incurre en abusos, errores ostensibles, y conductas delictivas que están lejos de alcanzar los mínimos suficientes de calidad y confiabilidad, así como carecen de conocimientos y capacidades elementales para ejercer sus funciones, advirtió el investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM.

 

El Seguimiento de Avances en las Evaluaciones en Control de Confianza, del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad (SNSP), de enero de 2010 al 31 de julio de 2013 existe un rezago de entre 25% y 50% en la evaluación de control de confianza de los estados de: Baja California Sur, Quintana Roo, Estado de México, Guerrero, y Tamaulipas.

 

Son las últimas tres entidades la que tienen los mayores índices delictivos y de violencia del país. Mientras que las 27 entidades restantes cuentan con un rango de evaluación de 50% a 100 %.

 

Como una forma de regularizar la capacitación de los cuerpos policiales, De la Barreda propone un plan de estudio para que los policías mexicanos estén a la altura de los elementos chilenos, canadienses o españoles. Una capacitación donde resulta indispensable la instauración de una auténtica carrera de formación obligatoria, pues muchos uniformados carecen de los niveles básicos de estudio.

 

Los cuerpos policiales, deben tener un nivel de escolaridad que posibilite la formación de agentes de alta calidad. Para ello, el Programa de Derechos Humanos plantea una formación básica que dure dos semestres para los aspirantes a las áreas de la Policía de Reacción, cinco semestres a quienes quieran pertenecer a las de Prevención y ocho semestres para quienes pertenezcan a las de Investigación, señaló.

 

En el mismo sentido, el maestro en Ciencias Penales y Criminológicas, propone otorgarles salarios y prestaciones adecuados a sus tareas de relevancia y de riesgo, por lo que en el ámbito de las entidades federativas y municipios el salario del elemento de reacción sería equivalente a 12 salarios mínimos.

 

Para el preventivo, una paga no menor a 14 salarios mínimos,  y para los agentes de investigación  un salario no menor a 17, todo ello según el nivel jerárquico de los cuerpos policiacos. En el ámbito federal no deberá ser menor a 14, 17 y 20 salarios mínimos, respectivamente.