BRASILIA. El gobierno brasileño canceló el jueves el envío esta semana de una misión a Estados Unidos para iniciar los preparativos de una visita de Estado de la presidenta Dilma Rousseff a ese país, en medio de un clima de tensión entre ambas naciones por revelaciones de espionaje norteamericano a brasileños.
La oficina de prensa de la presidencia confirmó que la misión fue cancelada sin revelar los motivos, aunque medios de prensa en el país lo interpretaron como una señal de la irritación en Brasil por las revelaciones de que el gobierno norteamericano interceptó comunicaciones de la presidenta Rousseff.
Brasil exigió explicaciones a Estados Unidos por el caso, calificado por el canciller Luiz Alberto Figueiredo de “grave violación a la soberanía” del país, en caso de ser confirmado. El gobierno indicó que no ha recibido respuesta.
Desde que la red de televisión Globo reveló la noche del domingo que la presidenta había sido objeto de espionaje de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de Estados Unidos, el gobierno brasileño se ha negado a confirmar que mantiene en pie el viaje de Rousseff a Washington, previsto para octubre.
El propio Figueiredo evitó responder si el viaje aún está programado.
La misión que tenía previsto ir a Washington a preparar la visita incluía responsables de seguridad y diplomáticos que discutirían tanto los preparativos logísticos como el contenido de las conversaciones que Rousseff tendría con el presidente estadounidense Barack Obama.
Documentos obtenidos por el ex agente de la NSA Edward Snowden y revelados en Brasil por el periodista norteamericano Glenn Greenwald, indican que tanto Rousseff como el presidente mexicano Enrique Peña Nieto fueron espiados por ese organismo de seguridad estadounidense.
En el caso del mexicano, los documentos revelan intercepciones de mensajes ocurridos en 2012 antes de que asumiera el cargo. En el caso de Rousseff, la información indica que la agencia tuvo acceso a sus mensajes aunque no detalla el contenido y destinatario.