SANTIAGO. Jueces chilenos pidieron perdón a familiares de las víctimas de los crímenes suscitados durante la dictadura del general Augusto Pinochet; se arrepintieron por lo que hicieron o dejaron de hacer. Además admitieron que la Corte Suprema no defendió los derechos humanos durante el imperio.

 

Un senador oficialista inició una oleada de solicitudes de perdón por acciones u omisiones cometidas antes y durante el régimen militar (1973-1990), y a él se unieron los magistrados. Aunque su propósito parece inalcanzable porque en realidad recogió más críticas de su sector, que junto al centroderechista Partido Renovación Nacional fueron el sustento civil de la dictadura.

 

“Nuestra judicatura incurrió en acciones y omisiones impropias de su función, al haberse negado, salvo aisladas pero valiosas excepciones que nos honran, a prestar protección a quienes reclamaron una y otra vez su intervención”, dijo en un comunicado el gremio que une a los magistrados.

 

La dictadura de Augusto Pinochet dejó poco más de 40 mil víctimas, 3 mil 200 fatales, entre las que se incluyen todavía un millar de desaparecidos forzados. Además, el Poder Judicial rechazó unos nueve mil recursos de amparo que pedían protección por personas detenidas por la policía política de la dictadura, muchos de los cuales pasaron a ser desaparecidos forzados, hasta ahora.

 

Sólo uno de esos recursos fue acogido ya que el amparado fue arrestado en la vía pública, en presencia de múltiples testigos, cuando se lanzó a las ruedas de un autobús para intentar huir de sus captores.

 

Los magistrados, exhortaron a la Corte Suprema a realizar la necesaria reflexión crítica en relación con sus propias actuaciones y omisiones del pasado.