Los pronósticos se cumplieron y la mejor versión de la bielorrusa Victoria Azarenka, segunda cabeza de serie, hizo acto de presencia en la pista central Arthur Ashe tras vencer a la italiana revelación Flavia Pennetta por 6-4 y 6-2 se convirtió en la primera finalista del último torneo del US Open.

 

“Me siento muy feliz de haber podido alcanzar de nuevo la final en este torneo tan especial y tener la oportunidad de luchar de nuevo por el título”, destacó Azarenka. “Ahora espero recuperarme al máximo y el domingo estar en plenitud de forma”.

 

Azarenka, de 24 años, que ha ido de menos a más con su tenis tendrá la oportunidad de volver a luchar por el título de campeona que el año pasado perdió ante la estadunidense Serena Williams, que muy bien podría ser de nuevo su rival en la gran final.

 

Como se esperaba Azarenka respondió con su mejor tenis ante una rival que llegó como número 83 del mundo, pero que brilló por méritos propios y recordó a la jugadora que estuvo entre las 10 Top, aunque esta vez no pudo imponerse a la juventud y poder físico de un rival que la superó en la hora y 34 minutos que duró el partido.

 

A pesar del triunfo sin haber perdido un set, Azarenka fue crítica con su propio juego y dijo que tendría que hacer mejor las cosas de cara a la final.

 

“Fue un poco complicado”, declaró Azarenka en la rueda de prensa posterior al partido. “No pude encontrar mi ritmo desde el principio. Sentí que estaba corriendo demasiado, que no podía poner la bola en juego”.

 

La clave para que al final el triunfo cayese de su lado estuvo, de acuerdo a Azarenka, en que nunca dejó de luchar y resto bien en los momentos importantes, algo que ha venido haciendo durante todo el torneo.

 

Azarenka, en su tercera semifinal de Grand Slam en lo que va de temporada, logró el pase para la cuarta final de un Grand Slam que va a disputar como profesional, después de ganar el Abierto de Australia en 2012 y 2013, y perdió la final del año pasado, aquí en Nueva York, ante Williams.

 

Su rival será la ganadora de la segunda semifinal que disputan Williams, primera cabeza de serie, y la china Na Li, quinta favorita, un duelo en el que la estadounidense es también la gran favorita.

 

Azarenka es tal vez la única que puede presumir de tener la fórmula para contener a Serena si volviesen a verse de nuevo en la gran final, que el año pasado se le escapó por muy poco en un emocionante desempate del tercer set.

 

La tenista bielorrusa llega además con la moral alta después de haber ganado a la menor de las hermanas Williams en el pasado Masters 1000 de Cincinnati.

 

Azarenka volvió a dominar con su potencia y estableció en todo momento las claras diferencias que posee con su tenis sobre Pennetta, que a sus 31 años demostró que todavía puede competir entre las mejores del circuito de la WTA.

 

De hecho, siempre luchó y se mantuvo siempre en el partido, que al final cayó del lado de Azarenka al conseguir los tantos decisivos para dejar también a su favor 3-2 los duelos entre ambas tenistas.