El presidente del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal (TSJDF), Edgar Elías Azar, criticó a los grupos sindicales por “empecinarse en mantener un conjunto reglamentario arcaico”, lo que es “no sólo erróneo, sino inmoral”.

 

En alusión  a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), en su discurso de toma de protesta a nuevos jueces en materia civil, el representante del Poder Judicial de la capital subrayó que lo que pretenden los maestros es mantener beneficios excepcionales que han dañado la educación.

 

“El diálogo que se ha ido entablando, intermitentemente y con dificultades muy numerosas ha ido develando que los manifestantes de estos últimos días (CNTE), no alegan derechos lesionados o disminuido, sino un cuerpo excepcional de ventajas, licencias, privilegios y sinecuras que ciertamente han contribuido a la degradación educativa”, apuntó.

 

Elías Azar consideró que es inadmisible llamar a la ciudadanía a la desobediencia civil, ya que la autoridad no ha dejado de responder a las peticiones de los que hoy protestan.

 

Por su parte, el presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), Luis González Placencia, reiteró su llamado a los integrantes del movimiento magisterial de la CNTE a considerar las afectaciones que causan sus manifestaciones a los habitantes de la Ciudad de México. En entrevista, refirió que el derecho a la libre manifestación no es un derecho absoluto, por lo que la autoridad “eventualmente” puede, en su momento, utilizar o no la fuerza pública.

 

“Sin embargo, es importante decir que de ninguna manera esas condiciones se pueden plantear de manera inmediata y de forma restricta”, dijo.

 

El ombudsman capitalino detalló que el uso de la fuerza pública está sujeto a los principios de necesidad, proporcionalidad y legalidad, “que son los que valdrían en un momento dado”.