El presidente ruso Vladimir Putin afirma en una columna de opinión publicada en el diario The New York Times que es alarmante que la intervención militar en los conflictos internos de otros países se haya convertido en algo común en Estados Unidos y que un eventual ataque a Siria “desencadenaría una nueva ola de terrorismo”.
“Podría socavar los esfuerzos multilaterales para resolver el problema nuclear de Irán y el conflicto palestino-israelí y desestabilizar aún más Oriente Medio y el Norte de África. Podría romper el equilibro del sistema del derecho internacional y el orden”, escribió el presidente ruso en el diario estadunidense.
Putin pone en duda que tales intervenciones favorezcan los intereses a largo plazo de Estados Unidos y agrega que millones en todo el mundo ven a la Unión no como un modelo de democracia sino un país que depende sólo de la fuerza bruta.
En la columna, publicada el miércoles en la página de internet del Times, Putin repite su postura de que hay muchas razones para creer que los rebeldes sirios, y no el gobierno de Bashar Assad, son los responsables del ataque con gas tóxico en un suburbio de Damasco la semana pasada.
El líder ruso afirma que apoya los esfuerzos por colocar el arsenal químico de Siria bajo control internacional.
Aquí el texto íntegro:
Los recientes acontecimientos relacionados con Siria me han llevado a dirigirme directamente al pueblo estadounidense y a sus líderes políticos. Es importante hacerlo en un momento cuando no hay suficiente comunicación entre nuestras sociedades.
Nuestras relaciones han pasado por diferentes etapas. Nos enfrentamos durante la Guerra Fría. Pero también fuimos aliados una vez y derrotamos juntos a los nazis. La organización internacional universal, las Naciones Unidas, se estableció entonces para evitar que tal devastación vuelva a suceder.
Los fundadores de Naciones Unidas se dieron cuenta de que las decisiones que afectan a la guerra y a la paz deben tomarse solamente por consenso y, con el permiso de Estados Unidos, el derecho de veto de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad está consagrado en la Carta de las Naciones Unidas. La profunda sabiduría de esto ha apuntalado la estabilidad de las relaciones internacionales desde hace décadas.
Nadie quiere que las Naciones Unidas corra la suerte de la Liga de las Naciones, que se derrumbó porque carecía de influencia real. Esto es posible si los países influyentes eluden las Naciones Unidas y toman una acción militar sin autorización del Consejo de Seguridad.
El posible ataque de Estados Unidos contra Siria, pese a la fuerte oposición de muchos países y de los principales líderes políticos y religiosos, incluido el Papa, dará lugar a más víctimas inocentes y a una escalada, extendiendo el conflicto más allá de las fronteras de Siria. Un ataque aumentaría la violencia y desencadenaría una nueva ola de terrorismo. Podría socavar los esfuerzos multilaterales para resolver el problema nuclear de Irán y el conflicto palestino-israelí y desestabilizar aún más Oriente Medio y el Norte de África. Podría romper el equilibro del sistema del derecho internacional y el orden. (Con información de Agencias)