El Tri cambió de técnico, cambió de alineación, parecía que cambiaba la mentalidad también, sobre todo en la primera parte, pero no pudo cambiar lo más importante: el resultado, y terminó nuevamente dando lástima y vergüenza como representativo nacional con una derrota frente a Estados Unidos, que compromete aún más  su clasificación al Mundial Brasil 2014.

 

Los estadunidenses vencieron 2-0 con anotaciones, primero de Eddie Johnson al minuto 49 de cabeza, tras un tiro de esquina en donde el portero mexicano, José de Jesús Corona, cometió un grave error al quedarse corto en su salida, mientras que Diego Reyes tampoco realizó bien su marca y Johnson remató a placer, sin que lo estorbaran y sin que hubiera portero en el marco mexicano.

 

Después, en la segunda parte, al minuto 78, Landon Donovan acabó con las esperanzas al cerrar en segundo poste un centro que pasó por toda el área chica mexicana sin que nadie pudiera despejar. Donovan solamente empujó el balón.

 

Todavía en el último minuto Clint Dempsey tuvo para poner el marcador aún más escandaloso, tras fallar un penalty.

 

Ahora el camino de México a Brasil parece que pasará por Nueva Zelanda, en donde jugaría la reclasificación en caso de terminar en cuarto lugar del hexagonal de Concacaf.

 

El técnico mexicano, Luis Fernando Tena, realizó cuatro cambios en la alineación titular con respecto al partido del pasado viernes, contra Honduras. Hiram Mier en la lateral derecha, Jesús Zavala en la contención, Andrés Guardado por izquierda y Javier Hernández en la delantera, en lugar de Severo Meza, Gerardo Torrado, suspendido, Angel Reyna y Oribe Peralta respectivamente.

 

México mostró mejoría respecto a partidos anteriores en la primera parte, con llegadas a la portería estadunidense que obligaron al arquero Tim Howard a realizar dos muy buenas atajadas tras dos remates del Chicharito.

 

En la segunda parte Estados Unidos comenzó con el gol de Johnson, y a partir de ahí se dedicó a aguantar a México, sin que el Tri mostrara capacidad de respuesta.

 

A partir de ese momento apareció el Tri que nadie quería ver, el mismo que hemos observado durante todo este 2013 y que llegó en el peor momento posible.

 

Los estadunidenses contuvieron el ataque mexicano en la media cancha, a partir de ahí fueron pocas las oportunidades tricolores. Ni siquiera el ingreso de Oribe Peralta, quien de manera inexplicable  no fue titular, cambió algo.

 

El partido reflejó lo que ha sido el Tri en el 2013, sin trabajo, sin ideas, sin capacidad de respuesta, sin imaginación y sobre todo, con jugadores que en este momento no tienen el nivel para portar la playera de la selección, pero que sin embargo, son de lo mejor que hay, situación que habla de que la problemática del futbol mexicano es mucho más grave.

 

Ahora, México se juega su pase con Honduras y Panamá, el boleto directo se ve muy lejano, la reclasificación es algo más cercano, aunque con este nivel, el partido del 11 de octubre, contra Panamá luce realmente complicado.