El análisis de la glosa del primer informe de gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, en el apartado de política interior, detonó una zacapela entre diputados del PVEM, PAN y Movimiento Ciudadano (MC).
El que robó la atención fue el legislador del Verde Ecologista, Enrique Aubry, quien incluso fue acusado de misógino y violento. Su líder, Arturo Escobar, lo regañó y ofreció disculpas a los diputados del PAN. Sin embargo, el dirigente del PVEM arremetió contra Ricardo Mejía, de MC, a quien acusó de traidor.
Todo comenzó cuando el priista Alejandro Moreno Cárdenas defendía los logros de Peña Nieto y el diputado del PVEM encaró en su curul a la panista Leonor Romero, quien a su vez defendía los logros del ex presidente Felipe Calderón.
Esto fue suficiente para que se desbordaran los ánimos entre azules y verdes. Los ecologistas retiraron de la escena al también practicante de box amateur Enrique Aubry, a quien para ese momento le llovían calificativos de “misógino” desde la bancada blanquiazul.
Los diputados del PVEM telefonearon a Arturo Escobar, quien se encontraba fuera del salón de plenos, para darle cuenta de lo ocurrido.
La panista Leonor Romero solicitó a la mesa directiva comprobar, con un examen médico, si Aubry consumía o no drogas, debido al registro de un historial violento durante la presente Legislatura.
Ya en el salón de plenos, Escobar ofreció una disculpa y prometió que no se repetirá “cualquier tipo de violencia física”; sin embargo, aprovechó el momento para acusar al vicecoordinador de Movimiento Ciudadano, Ricardo Mejía Berdeja, de traicionar al PRI.
Escobar sostuvo que Mejía Berdeja fue militante del PRI, “que te dio de comer”. En respuesta, Mejía respondió “a mí nunca me agarraron con un millón de pesos en el aeropuerto para comprar votos”, en alusión a la detención del Verde el 26 de junio pasado, en el aeropuerto de Chiapas, en posesión de 11 paquetes de 100 billetes de mil pesos cada uno.
Escobar y Vega terminó el intercambio de insultos cuando citó: “usted (Mejía Berdeja) no es una oposición, ¡usted es un palero de López Obrador!”.
El origen
Como parte de la glosa y desde la tribuna, la panista Consuelo Argüelles Loya dio pie al inicio de las descalificaciones cuando cuestionó la actual gestión federal. Sostuvo que a los ciudadanos se les acabó el encanto al saber que el PRI incumplió sus promesas de campaña.
“Ha pasado casi un año desde que el PRI arribó al poder y tanto en el tema económico, social, como en el de seguridad pública, este gobierno sigue sin darnos resultados que tanto se prometieron en campaña”, dijo.
Y dio cifras, sostuvo que durante en la presente administración se denunciaron mil 32 casos de secuestro y los comparó contra los 809 que se registraron en 2012, cuando el panista Felipe Calderón administraba la nación.
“Es alarmante saber que somos el segundo país a nivel mundial en secuestro, estamos por encima de India, Venezuela, Iraq, Colombia. Ahora sí el presidente Peña Nieto puede presumir que México es más inseguro que América Latina”, refirió.
Señaló que diversas partes del país siguen los cobros de cuotas del crimen organizado extorsionando a ciudadanos y empresarios.
“Tenemos carreteras intransitables, o le pregunto yo a usted señor Peña Nieto: ¿dejaría usted a sus hijos sin los privilegios del Estado Presidencial Mayor viajar por las carreteras de Michoacán, de Durango, de Coahuila, de Nuevo León, de Tamaulipas?”, añadió.
El priista Alejandro Moreno Cárdenas le contestó que “el Ejecutivo federal definió reducir la violencia para tener un México en paz como su primera meta. Y planteó una nueva política de Estado en materia de seguridad y justicia”.
“A poco creen ustedes que el pueblo ya se olvidó de los 70 mil muertos resultado, a sangre y fuego, de su guerra fallida. No nos echen la culpa de su ineficiencia, de su ineficacia y de su falta de resultados para gobernar. Por eso el pueblo de México les dio la espalda y perdieron la Presidencia de la República”, señaló.
“En el PAN son una muy buena oposición, por eso están ahí, porque son muy malos para gobernar”, finalizó su intervención desde la tribuna.