Estados Unidos no insistirá en incorporar al proyecto de resolución de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) la amenaza de una acción militar contra el régimen sirio si éste incumple su compromiso de entregar las armas químicas que posee, señalaron  fuentes diplomáticas, lo que indica un cambio drástico de posición ante la presión de Rusia.

 

La opción militar quedará por tanto excluida del proyecto de resolución que se presentará al Consejo de Seguridad de la ONU y que quedó en suspenso a la espera del resultado de una reunión que mantienen en Ginebra los jefes de la diplomacia de Estados Unidos, John Kerry, y de Rusia, Sergei Lavrov.

 

Al concluir el encuentro, al cual esta vez se unió el enviado especial de las Naciones Unidas (ONU) y la Liga Árabe, Lakhdar Brahimi, el secretario estadunidense de Estado, John Kerry; y el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, dieron cuenta de sus conversaciones.

 

En una rueda de prensa conjunta, ambos jefes diplomáticos aseguraron que las negociaciones sobre las armas químicas han sido constructivas y han elevado las esperanzas de un diálogo más amplio sobre Siria.

 

Destacaron, cada uno en su oportunidad, que acordaron impulsar la celebración de una conferencia internacional destinada a poner fin a la guerra civil en Siria, que inició a mediados de marzo de 2011 y ya ha dejado más de 100 mil muertos desde entonces.

 

Kerry y Lavrov aseguraron que trabajarían juntos para hallar una solución a un conflicto que ha dividido al Oriente Medio y las principales potencias del mundo.

 

Indicaron que continuarán discutiendo el tema del desarme sirio en los siguientes días, con el objetivo de lograr más avances en ese sentido antes del próximo 28 de septiembre, fecha prevista para la Asamblea General de la ONU en Nueva York.

 

Señalaron que un acuerdo sobre la eliminación de los agentes químicos sirios podría ayudar a fijar una fecha para una conferencia internacional que contribuya a la paz y estabilidad de esa nación.

 

Kerry admitió que Washington y Moscú todavía tienen trabajo que hacer para encontrar un terreno común, mientras que Lavrov indicó que los esfuerzos sobre las armas químicas irían en paralelo a los trabajos preparatorios para una conferencia internacional en Ginebra.

 

Brahimi por su parte dijo que los trabajos para eliminar las armas químicas de Siria constituiría un elemento importante en los esfuerzos para mantener nuevas conversaciones de paz, tras el intento fallido del año pasado en Ginebra. (Agencias)