TOKIO. El embajador holandés en Indonesia, Tjeerd de Zwaan, presidió una ceremonia oficial en la que, en nombre de su país, pidió disculpas de forma oficial y pública por los “excesos cometidos por los militares holandeses” entre 1945 y la independencia de Indonesia en 1949.

 

En el acto, celebrado en la embajada holandesa en Yakarta, donde asistieron algunos familiares de las víctimas, De Zwaan manifestó: “En nombre del gobierno holandés, pido disculpas por estos excesos y esperamos que las disculpas contribuyan a cerrar un capítulo doloroso para aquellos cuyas vidas se vieron directamente afectadas por los actos violentos”.

 

Es la primera vez que Holanda emite una disculpa oficial y general por su actuación en su antigua colonia entre 1945 y 1949. Hasta el momento sólo había pedido perdón por hechos puntuales y había pagado alguna indemnización, pero nunca había emitido un comunicado general admitiendo su responsabilidad.

 

De Zwaan dijo que el gobierno acordó compensar con 26 mil 600 dólares a cada una de las viudas de las víctimas de Sulawesi y Rawagede, una pequeña aldea en Java Occidental.

 

En su momento, Naciones Unidas condenó los actos “deliberados” por el brutal asesinato de miles personas.

 

Holanda controló la mayor parte del territorio de la actual Indonesia desde finales del siglo XIX hasta la ocupación japonesa, durante la Segunda Guerra Mundial.

 

Tras la derrota de Japón, en 1945 empezaron los enfrentamientos entre la insurgencia local y las tropas holandesas hasta conseguir su independencia en 1949.

 

Miles de personas fueron ejecutadas. El gobierno de Indonesia cifra los muertos en 40 mil, aunque los Países Bajos la reducen sólo a unos millares. Las ejecuciones en diferentes aldeas sucedieron durante tres meses para intentar sofocar la insurgencia sin éxito.

 

Ningún militar holandés ha sido juzgado por los crímenes cometidos.