GINEBRA. Los jefes de la diplomacia de Estados Unidos y de Rusia se reunieron hoy con el mediador internacional para Siria, Lajdar Brahimi, con quien acordaron volver a entrevistarse el próximo día 28 y fijar entonces una fecha para celebrar la conferencia de paz para Siria.

 

El secretario de Estado de EU, John Kerry, y el ministro ruso de Exteriores, Sergei Lavrov, negocian hoy por segundo día en Ginebra la manera de poner bajo control internacional el arsenal de armas químicas de Siria.

 

Antes de reanudar sus conversaciones, Lavrov y Kerry sostuvieron un encuentro de hora y media con Brahimi para hablar sobre la continuación del proceso diplomático que comenzó hace quince meses para poner fin a la guerra civil en Siria, que ha causado el mayor coste humano que cualquier otro conflicto reciente.

 

La reunión en la que se decidirá la fecha de la conferencia de paz tendrá lugar en Nueva York, al margen de la Asamblea General de la ONU, a la que Kerry y Lavrov asistirán.

 

Sin embargo, el secretario de Estado adelantó que las perspectivas de esa conferencia -en la que se centran todos los esfuerzos de Brahimi y que es vista como la única alternativa para alcanzar una salida negociada del conflicto- dependerán de que el encuentro de hoy sobre armas químicas concluya de forma satisfactoria.

 

“Hemos discutido sobre el trabajo que cada uno tiene que hacer” en favor de que se concrete la conferencia de paz, en la que las partes beligerantes en Siria deben negociar la constitución de un órgano de gobierno transitorio, con todos los poderes ejecutivos y en el que deberá haber representantes de ambos lados.

 

“Ambos estamos muy preocupados por el aumento de la espiral de destrucción en Siria. Las dos partes (beligerantes) están provocando cada vez más refugiados y más catástrofe humanitaria”, lamentó Kerry.

 

Sin embargo, Kerry y Lavrov recordaron que la principal razón de su presencia en Ginebra es discutir sobre como retirar y destruir las armas químicas que posee el régimen sirio, sobre todo tras la petición presentada ayer mismo por el Gobierno de Bachar Al Asad de incorporarse a la Convención Internacional sobre Armas Químicas.

 

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