Decenas de policías federales derribaron las vallas metálicas que los maestros de la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (CNET) instalaron en la calle de Pino Suárez a manera de barricada, por lo que los uniformados ya tomaron el control de esa vía luego de un conato de enfrentamiento.
Los maestros lanzaron algunos objetos a los uniformados e incendiaron algunos señalamientos, pero se vieron obligados a repleagrse ante el avance de las fuerzas federales, que en este momento se mantienen a la espera de instrucciones.
Los policías formaron una valla e impidieron el acceso a personas que les reclamaban que no reprimieran a los maestros y que expresaban su apoyo a los docentes. Incluso, visiblemente enojados, intentaron replegar a los uniformados sin éxito.
Los maestros pedían a los ciudadanos por medio de altavoces que nos los dejaran solos, que la Policía Federal los quiere reprimir y desalojar del plantón que mantienen en el Zócalo desde hace 112 días.
El ambiente en la zona del Zócalo es tenso, los comercios han cerrado, los maestros van y vienen sobre su campamento y los accesos a la Plaza de la Constitución. La gente común camina desconcertada sin saber bien qué es lo que está ocurriendo.
Incluso algunos toman fotografías a las barricadas de las fuerzas federales y les aplauden. Otros les piden que no repriman a los maestros. El sobrevuelo de los helicópteros tipo Blackhawk mantiene su sobrevuelo como medida de presión a los docentes.
Por su parte el secretario de gobierno del Distrito federal (GDF), Héctor Serrano, intentó dialogar con los maestros sobre la calle 20 de Noviembre y tras la negociación se acordó esperar a los maestros dos horas más para deliberar si se retiran o no del Zócalo.
En la zona se registra la presencia de visitadores de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) para verificar que no se violen las garantías de los maestros.