Un primer paso contra la epidemia mexicana de obesidad, el impuesto especial a bebidas azucaradas propuesto por la reforma hacendaria, tampoco significa una solución automática.
La pregunta es: ¿lograremos dejar el primer lugar mundial en este mal? Y toda respuesta sensata, está obligada a atajar muchos más factores que propician semejantes cuotas de sobrepeso en México.
De acuerdo con un estudio realizado por la Universidad de Yale, cada mexicano consume en promedio anual 163 litros de refresco. Una lata de cola (355 ml) contiene 10 cucharaditas de azúcar, correspondientes a 3 rebanadas de pan o 3 tortillas de maíz. Si consideramos esos 163 litros al año (o sea, casi medio litro diario) ingerimos por dicho medio el equivalente a 4 rebanadas adicionales de pan por día. Por ello no debe extrañarnos que los refrescos también aporten 21% de las calorías totales en un día, según cifras del INSP (Instituto Nacional de Salud Pública).