El presidente de Estados Unidos (EU), Barack Obama, condenó hoy el tiroteo en las instalaciones navales del Mando de Sistemas Navales, en Washington DC, que describió como “un acto cobarde” y pidió que sus autores sean llevados ante la Justicia.

 

“Sabemos que numerosas personas resultaron heridas y algunas han muerto”, añadió sin dar detalles, porque, dijo, no se conocen “todavía todos los hechos”.

 

Hasta ahora no hay una cifra oficial de víctimas, aunque fuentes policiales dijeron a distintos medios que son al memos seis los muertos y una decena los heridos, entre estos últimos un policía que está en estado crítico, al igual que dos mujeres.

 

Obama habló así al principio de una comparecencia ante los medios en la Casa Blanca, que está situada a 8 kilómetros del lugar de los hechos, convocada para hacer balance de la marcha de la economía estadounidense.

 

En una conferencia de prensa previa, la jefa de la Policía Metropolitana, Cathy Lanier, dijo que un atacante murió y que las fuerzas de seguridad siguen buscando a “otros dos potenciales atacantes”.

 

Lanier describió a los sospechosos como un hombre blanco, que viste uniforme de capitán de la Marina, y un hombre negro, de unos 50 años de edad, “con uniforme de estilo militar”.