Los gobiernos federal y de la Ciudad de México, así como personajes políticos, acordaron crear un bloque para impedir el regreso de los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) al Zócalo capitalino, al menos hasta el 19 de septiembre cuando el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, lleve a cabo una ceremonia para recordar a las víctimas del terremoto de 1985.
La Cámara Nacional de Comercio de la Ciudad de México, al mando de Ricardo Navarro, calculó en 990 millones de pesos las pérdidas económicas por las 30 marchas que durante más de dos meses realizaron los integrantes de la CNTE, no solamente por el plantón en el Zócalo capitalino, sino por el alcance en comercios instalados desde el Senado de la República hasta la Plaza Constitución.
“Es momento de decirles que no a los maestros, de no dejarlos regresar al Zócalo, no deberá de permitírseles el regreso de ninguna manera”, exigió Navarro, quien sostiene una mesa de negociación con el secretario de Desarrollo Económico del DF, Salomón Chertorivski, para revisar la manera de cómo subsanarán las pérdidas en comercios y para los prestadores de servicios turísticos.
Después del desfile militar del pasado 16 de septiembre, la Plaza Constitución quedó bajo el resguardo del Estado Mayor Presidencial, mientras que el Gobierno del DF dispone de mil 800 granaderos para controlar el perímetro y de ser necesario se pedirá apoyo de la Policía Federal.
Según el secretario de gobierno del DF y encargado de las negociaciones con el magisterio disidente, Héctor Serrano, la orden es impedir la toma del lugar, además de no permitir bloqueos en las principales vías capitalinas como Circuito Interior, Periférico y Paseo de la Reforma.
El funcionario dijo que durante las negociaciones entre los gobiernos federal y del Distrito Federal con el magisterio disidente, se acordó que trasladarían su plantón al Monumento a la Revolución, a cambio, las autoridades continuarán con el diálogo para resolver el conflicto.
Aunque los mil 600 maestros aún están en el Monumento a la Revolución, cabría la posibilidad de que volverán a la Plaza al frente de Palacio Nacional. En este sentido, partidos políticos como el PRD, en voz de su líder, Jesús Zambrano, indican que se debe negociar para que los profesores no vuelvan al lugar.
“Pues yo creo que el gobierno ya anunciado que pues buscarán que se respete que el Zócalo debe de estar disponible para el conjunto de los habitantes de la ciudad”, declaró el perredista.
Al respecto, Carlos Navarrete, secretario de Fomento al Empleo del gobierno capitalino, opinó que siempre hay que promover el diálogo antes de un enfrentamiento con los maestros. En tanto, líder del PRI en el Senado de la República, Emilio Gamboa Patrón, sostuvo que los maestros deberían de estar en las aulas dando clases y no en las calles con las marchas.
Las opiniones se recogieron antes del primer informe de Miguel Ángel Mancera, donde también fue cuestionado el diputado federal por el PRD, Silvano Aureoles, quien aseveró: “el centro es un espacio público, pero mientras no se afecten los derechos de los ciudadanos hay que también respetarlo”.
Para el secretario de Desarrollo Económico del Distrito Federal, Salomón Chertorivski, las afectaciones en negocios se dieron en un radio de 24 manzanas alrededor del Zócalo capitalino. Es así como en un primer cierre del 20 de agosto al 7 de septiembre, las perdidas en los comercios de la zona centro ascienden a 201 mil 964 millones de pesos.
En tanto, el diálogo con el gobierno federal y los maestros fue reanudado la tarde de ayer. Una comitiva encabezada por el líder de la sección 22 de la CNTE, Rubén Núñez, entró a la Secretaría de Gobernación en punto de las 18:00 horas. El diálogo fue con Florentino Castro López, director de Prestaciones Económicas, Sociales y Culturales del ISSSTE; Alba Martínez Olivé, subsecretaria de Educación Básica de la SEP y por parte del gobierno federal estuvo Alejandro Osuna, coordinador de las entidades federativas de la Segob.
DATO: Después del desfile militar del pasado 16 de septiembre, la Plaza de la Constitución quedó bajo el resguardo del Estado Mayor Presidencial.