El presidente estadounidense, Barack Obama, denunció hoy que el bloqueo de los republicanos en el Congreso sobre el presupuesto y el aumento del techo de la deuda es “profundamente destructivo” para el país.
Desde una planta de la automovilística Ford en Liberty, Misouri, el presidente pidió a los republicanos que se dejen de estrategias partidistas, aprueben un presupuesto antes del 30 de septiembre y autoricen un aumento del techo de deuda para que EU no se convierta en una “república bananera”.
El presidente dijo que la situación en el Congreso se debe a “una facción de derechas” de los republicanos, que ha empujado a sus líderes a estar “dispuestos a hundir a Estados Unidos hasta la suspensión de pagos”, con tal de privar de fondos a la reforma sanitaria de 2010.
“No somos una nación de morosos, no dejamos de pagar nuestras cuentas”, advirtió Obama.
La Cámara de Representantes, dominada por los republicanos, aprobó hoy una iniciativa presupuestaria para permitir al Gobierno federal seguir funcionando hasta diciembre, pero suprimió los fondos destinados a la reforma sanitaria, considerada el gran logro legislativo de Obama.
La iniciativa republicana, que será rechazada por el Senado, de mayoría demócrata, presagia un desacuerdo final sobre el presupuesto federal que puede hacer inevitable el cierre del Gobierno por falta de fondos a partir del 1 de octubre.
En paralelo, los republicanos han anunciado que no votarán a favor de un aumento del techo de la deuda, a menos que la Casa Blanca acceda a drásticos recortes presupuestarios.
El Tesoro calcula que el límite de endeudamiento se alcanzará a mediados de octubre y, si no se aprueba una ampliación, el país caerá, “por primera vez en su historia”, en la suspensión de pagos, recordó Obama.
El mandatario dijo que la estrategia de los republicanos es “dejar a millones de estadounidenses sin cobertura médica, eso es por lo que luchan y no solo tienen al Congreso como rehén, sino a todo el país”, aseveró ante una audiencia compuesta esencialmente de empleados y obreros de Ford.
Obama aseguró que el Tribunal Supremo ya ha respaldado las disposiciones centrales de la ley sanitaria y, pese a que fue un tema central en las elecciones presidenciales del año pasado, el candidato republicano perdió.
“Los votantes ya fueron muy claros” respecto a si el país quiere o no la reforma, aseguró el mandatario.
En opinión de Obama, sus propuestas van encaminadas a proporcionar una cobertura sanitaria asequible para apuntalar la recuperación de la clase media y dar certidumbre y seguridad a familias corrientes, mientras que los republicanos se preocupan solo de la política partidista y por “meterse en problemas conmigo”.
“Ahora, la recuperación necesita más brío y hay que hacerlo bien en Washington”, el Congreso debe aprobar un presupuesto en diez días y autorizar un aumento del techo de deuda, insistió el presidente, quien recordó que la autorización para seguir pagando las deudas ya contraídas nunca había sido un tema de divergencia entre los dos grandes partidos.
Obama avisó de que una falta de acuerdo en estos dos asuntos podría dañar seriamente la recuperación económica estadounidense, afectar al empleo y hacer que los inversores pierdan la confianza en el país.