Desde el domingo, en el centro y sur del país, ríos y lagunas se desbordaron, casas y carreteras se atestaron de lodo, comenzó el registro de muertos y heridos, y de familias que perdieron sus bienes o quedaron varados por el paso de Ingrid y Manuel. A partir de ese día, también, en las mismas regiones, los narcotraficantes se “extraviaron”.

 

En el norte del país, en donde llegaron un poco más tarde las lluvias y hasta Manuel se convirtió en huracán, causando severos daños, los cárteles prácticamente se traspapelaron.

 

En las páginas de diarios y reportes de medios electrónicos, y más en las informaciones de los gobiernos, desde el lunes pasado, el registro de enfrentamientos, asesinatos o secuestros cometidos por las organizaciones se mostraron menos.

 

Pero apenas días antes del grito de Independencia, municipios de Tamaulipas, Guerrero y Michoacán, por ejemplo, suspendieron los festejos a causa de la violencia, después de Manuel e Ingrid  la cancelación del desfile se extendió en más localidades por las lluvias.

 

El extravío de los criminales se nota más en la zona de tierra caliente de Michoacán y Guerrero, donde los enfrentamientos contra las Fuerzas Armadas, entre grupos enemigos y los ataques a la población  se intensificaron en los últimos meses, debido a la expansión del Cártel de los Caballeros Templarios.

 

Pero ahora, es precisamente esa zona donde se refugian y que está en disputa, por ser un corredor de siembra de amapola y marihuana y de trasiego de drogas, que inicia desde el Puerto de Lázaro Cárdenas, cruza el norte de Michoacán, la parte sur del Estado de México y Tierra Caliente de Guerrero, hasta bajar por Zihuatanejo y alcanzar las cercanías de Acapulco, esa allí donde Manuel dejó los peores estragos: personas muertas o desaparecidas, casas deshechas, carreteras desgajadas, tierras anegadas y puentes derruidos.

 

En Tamaulipas y el norte de Veracruz, zona de los cárteles de los Zetas y del Golfo y donde mantienen una violencia persistente, también las operaciones de estos grupos se traspapelaron en los reportes. Es allí también donde Ingrid provocó inundaciones y daños importantes. Además es en esa zona, donde en la última década, tras desastres naturales,  estos grupos han apoyado a la población con maquinaria, despensas y material de construcción, ante la ausencia del acción del Estado.