La fiesta tras ganar el torneo de béisbol local en una comunidad chihuahuense se convirtió en una tragedia después de que, sin motivo aparente, al menos dos hombres armados con fusiles AK-47 irrumpieron en el festejo y dispararon.

 

De las 30 personas reunidas en la celebración, 10 fueron acribilladas; cinco eran hombres, tres adolescentes, de entre 15 y 17 años, la mayoría de ellos jugadores del equipo; además de una mujer, de 33 años, y una niña de siete años de edad.

 

Las autoridades de la Fiscalía estatal señalaron a 24 HORAS, hasta el cierre de esta edición, que aún se desconocía el móvil de la masacre.

 

En la vivienda, ubicada en la carretera Juárez-Porvenir, en la comunidad de Loma Blanca, del municipio de Juárez, Chihuahua, las autoridades ministeriales hallaron más de 30 casquillos percutidos.

 

Loma Blanca es una comunidad de apenas 1,700 habitantes, la mayoría es gente humilde que encuentra diversión familiar en torneos deportivos, como el de beisbol ganado por “Los Cardenales”, quienes la mayoría de sus jugadores perecieron en la masacre perpetrada a las 8:30 de la noche del domingo pasado.

 

“Eran amigos, entre ellos jóvenes, mujeres y niños, que estaban compartiendo el triunfo de un partido de beisbol en el patio de un domicilio. Pasadas las 8 de la noche llegan los sujetos armados con AK47, de las llamadas ‘cuerno de chivo’ y disparan indiscriminadamente”, aseguraron las fuentes consultadas.

 

Según las autoridades, fueron vecinos del lugar y testigos presenciales quienes informaron a las autoridades sobre las características de los agresores.

 

“El crimen preocupa a las autoridades debido a que no cumple las características que se han presentado en otros casos, donde los responsables han sido integrantes de un grupo delictivo, por ello se está investigando de manera exhaustiva”, dijo Jorge González Nicolás, fiscal especial para la Investigación y Persecución del Delito en la Zona Norte, de acuerdo con el Diario de Juárez.

 

Sin embargo, fuentes extraoficiales, y supuestas declaraciones de testigos y sobrevivientes indican que los agresores se identificaron como miembros de un grupo criminal y lanzaron una amenaza a los presentes antes de abrir fuego en su contra, aunque dicha versión no fue confirmada o desmentida por ninguna autoridad.