ROMA.- El papa emérito Benedicto XVI aseguró que nunca intentó encubrir el abuso sexual a menores por parte de sacerdotes católicos, en sus primeras declaraciones publicadas tras su renuncia.

 

“Nunca he tratado de encubrir estas acciones. Que el poder del mal penetre hasta tal punto en el mundo interior de la fe es para nosotros un sufrimiento que, de una parte, tenemos que soportar, y de otra, debemos hacer todo lo posible a fin de que no se repitan casos como éstos”, fueron declaraciones vertidas en una carta de 11 páginas enviada por Joseph Ratzinger al autor y matemático italiano Piergiorgio Odifreddi, quien escribió un libro sobre los problemas que enfrenta la Iglesia Católica Romana desde antes de que Benedicto XVI renunciara en febrero.

 

“En cualquier caso -añade-, no se debe presentar ostentosamente esta desviación como si se tratase de una inmundicia propia del catolicismo”.

 

Extractos de la carta de Ratzinger fueron publicados hoy en el periódico La Repubblica, con el permiso del Papa emérito.

 

Benedicto XVI defiende, en su misiva, la figura del “Jesús histórico”. “No es correcto que usted diga que yo estoy interesado sólo en la metahistoria; todo lo contrario, todos mis esfuerzos tienen el objetivo de mostrar que el Jesús descrito en los Evangelios es también el Jesús histórico real, que se trata de la historia realmente ocurrida”, subraya.

 

El Papa emérito no ve que el científico haya establecido realmente un diálogo serio en estas dos materias que rebate. Sin embargo, se muestra más agradecido por el diálogo establecido en torno a la teología, en el que Ratzinger defiende también su papel para mantener la religión ligada a la razón y la razón a las religiones y asegura que ambas funciones son de “esencial importancia para la humanidad”.

 

Se cree que es la primera vez que Benedicto XVI responde a las acusaciones de abuso sexual en primera persona, aunque el Vaticano siempre ha dicho que él hizo mucho para poner fin a los abusos sexuales de menores por parte de sacerdotes y que nunca intentó encubrirlos.

 

Grupos de víctimas de abusos acusan a Ratzinger de no haber hecho lo suficiente por detener los abusos de niños por parte de sacerdotes mientras fue Papa y antes, cuando era el jefe de la oficina de la doctrina del Vaticano.

 

Ellos dicen que aún hay mucho por descubrir sobre cómo se comportó la Iglesia en el pasado y quieren que más obispos que sabían sobre los abusos sean acusados.