Una salida del emprendedor en esta era de las nuevas tecnologías es crear aplicaciones móviles, productos que tanto Google como Apple han conseguido sembrar como verdadero negocio. Un consejo para los emprendedores es que primero definan un flujo de monetización de su negocio muy claro, es decir, que tengan la seguridad de dónde va a venir el dinero. Esto también es válido para el mundo de las aplicaciones, y sobre este flujo hay muchas posibilidades. Hay algunas aplicaciones que generan bastantes ingresos, aunque lamentablemente no están al alcance de todos ya que son las que ya vienen preinstaladas por parte del fabricante, y cobran por cada instalación. Pero hay otras que dependen de un usuario normal, que en este caso se lanza a este mundo de desarrolladores. Están las aplicaciones por suscripción, donde por el disfrute de la app se cobra una mensualidad. Por otro lado, están las compras dentro de una aplicación, que son los micropagos que realizan muchos de juegos para avanzar más rápido o acceder a objetos que mejoran nuestras destrezas en el juego. El modelo Freemium también es muy utilizado y consiste en que la aplicación se descarga gratuita pero pasado un tiempo se requiere de un pago. El modelo tradicional de pago por descarga por el que el usuario adquiere un software, sigue funcionando. Por último, también se puede hablar de un valor en creación de marca cuando la app no es un fin en sí mismo, sino una potenciación de un negocio.

 

Ahora la pregunta es cómo se puede ganar dinero con una aplicación móvil. La mejor manera es haciendo aplicaciones para un tercero. Esto es, crear aplicaciones para empresas que no tienen el conocimiento o el tiempo para poderlas realizar, y para el creador es un modelo de bajo riesgo. Aquí se van a producir un gran número de oportunidades, ya que la gran mayoría de las compañías desean disfrutar de este modelo de relación con sus clientes.

 

Si la aplicación va por cuenta de un usuario normal, hay estudios como los de Distimo, consultora que ofrece servicios de métricas de aplicaciones móviles, que señala que sólo un 2% de las apps que están en el Top son de novatos, frente al otro 98% que son de compañías con cientos de empleados. Si se ve en términos de ganancia, únicamente el 12% de los desarrolladores ganan más de cien mil dólares anuales, y el 34% hacen menos de quince mil dólares al año.

 

Las categorías que están generando más ingresos actualmente son redes sociales, salud, mapas y productividad. Y no deja de asombrar que en séptima posición de la lista estén los juegos. Historias de éxito en el mundo de las aplicaciones, como la de Angry Birds, que superó los mil millones de descargas el año pasado, y ha pasado al mundo off line ya que hay todo un merchandising, y además con el objetivo de salir a bolsa para el 2014 con un valor cercano a los cuatro mil millones de dólares. En este mismo sentido está el juego Candy Crush, que ha generado durante el verano más de seiscientos mil dólares al día. Claramente son excepciones ya que otros estudios indican que cerca de un sesenta por ciento de las aplicaciones de Apple nunca han sido actualizadas y tienen menos de 10 comentarios. En el caso de Google, el 68% de las aplicaciones se descargan menos de cinco mil veces, lo que hace realmente difícil ese flujo de monetización.

 

Otra decisión que hay que tomar es el precio de la aplicación, en el caso de no estar en el paquete de las gratuitas. Hay aplicaciones de nicho que llegan a valer mil dólares, como es el caso de una aplicación para afinadores de piano (Reyburn CyberTuner), o para preparar exámenes de universidad (BarMax). Pero, siguiendo las estadísticas del mercado, el precio medio de aplicación de pago es de 3.18 dólares para iPhone, 4.44 dólares para iPad, y 3.06 dólares para Android (para el mercado estadounidense). Además, hay que considerar que en este pastel tan codiciado, tanto Apple como Google se quedan con el 20 y el 30% de la cifra total.