Samantha Lewthwaite, a quien los medios de comunicación vinculan con el asalto a un centro comercial en Kenia, es una británica convertida al Islam buscada por las autoridades kenianas y conocida por ser la esposa de uno de los terroristas suicidas de los atentado de 2005 en Londres.

 

Las autoridades del Reino Unido no han querido comentar la posible implicación de Lewthwaite en la toma de un centro comercial en Nairobi, pero la afirmación de la ministra keniana de Exteriores, Amina Mohamed, de que entre los terroristas hay una británica, ha alimentado las conjeturas sobre su participación.

 

Apodada por los medios como la “viuda blanca”, Lewthwaite estaba casada con Jermaine Lindsay, uno de los cuatro responsables de los atentados suicidas de Londres del 7 de julio de 2005 (7/7) contra la red de transporte, en los que 56 personas perdieron la vida.

 

Lindsay hizo explotar la bomba que llevaba en su mochila en un tren de la línea de metro Picadilly, cerca de la estación de King’s Cross, casi al mismo tiempo que lo hicieron sus compañeros en otras líneas del metro y en un autobús urbano cerca del Museo Británico.

 

Aunque sin antecedentes de terrorismo en el Reino Unido, Lewthwaite, de 29 años, es buscada por las autoridades de Kenia y, al parecer, habría viajado también a Somalia, de donde procede la milicia islámica Al Shabab responsable de la matanza de Nairobi, donde han fallecido más de sesenta personas.

 

Hija de un soldado británico, la joven creció en la localidad de Aylesbury, a las afueras de Londres, quien a los 15 años se hizo muy amiga de una familia musulmana que le ayudó a convertirse al Islam.

 

Su interés por el mundo islámico no terminó con su conversión, ya que en el año 2002 se apuntó a estudios religiosos en la Escuela de Estudios Orientales y Africanos de Londres.

 

Un año después conoció a través de internet a Jermaine, de origen jamaicano, y pocos meses después la pareja se casó.

 

En principio, los dos vivían en la localidad de Huddersfield, en el norte de Inglaterra, pero en septiembre de 2003 se mudaron a Aylesbury y tres meses después nació su primer hijo.

 

Cuando se produjeron los atentados de Londres, la joven estaba embarazada y dio a luz a su segundo hijo poco después, pero se desconoce si los pequeños viven en el Reino Unido con su familia.

 

Al momento del ataque al centro comercial de Nairobi ocurrido el sábado pasado, las fuerzas del orden kenianas la buscaban por su supuesta implicación en una célula terrorista que planeaba atentados en la costa del país.

 

Su involucramiento en el acto terrorista de Al Shabab se dio luego de que testigos de los hechos aseguraron que había una mujer entre los atacantes y que esta hablaba -y daba órdenes- en inglés.

 

En tanto el grupo radical islámico desmintió ayer que alguna mujer de nacionalidad británica haya participado en el asalto al centro comercial de Nairobi, y achacó esta información al deseo de adular a Reino Unido.

 

(Con información de EFE y The Guardian)