Un nuevo terremoto en Pakistán, de 6.8 grados en la escala de Richter, se cobró hoy la vida de al menos 15 personas en el sudoeste del país, que se suman a las aproximadamente 400 víctimas del sismo del pasado martes 24, en la misma zona.
“No se trata de una réplica (al terremoto del martes), es un sismo independiente”, aseguró el director del Centro Sísmico Nacional de Pakistán, Zahid Rafi, a un medio local.
El número de fallecidos por ese segundo terremoto es de 12 y varias personas más resultaron heridas, según el último recuento facilitado por un portavoz del Gobierno provincial al diario local “Dawn”.
Mientras tanto, la confusión sobre cuántas personas murieron a causa del terremoto del martes va en aumento con declaraciones contradictorias de representantes políticos, aunque fuentes oficiales dijeron hoy a Efe que el número provisional continúa en 359.
Un funcionario de alto rango del Gobierno en Baluchistán, el secretario jefe, Babar Yaqoob, afirmó el viernes a última hora que había 515 muertos, mientras que el ministro federal de Estados y Regiones, Qadir Baloch, situó la cantidad por encima de los 400.
“No digo que nuestras cifras no vayan a cambiar pero por ahora lo que sabemos es que hay 359 fallecidos”, alegó el portavoz de la Autoridad Nacional de Gestión de Desastres (NDMA), Kamran Zia, quien añadió que “quizás los políticos tienen otras fuentes”.
El portavoz del Gobierno provincial de Baluchistán, Jan Mohamed Buledi, también reiteró hoy el mismo número oficial que la NDMA, así como el de algo más de 750 heridos.
A medida que pasan los días desde el sismo que asoló el sur de la provincia, la más extensa y pobre de Pakistán, crece la confusión sobre el número de personas fallecidas y afectadas por uno de los terremotos más mortíferos en la historia del país.
Ya hace dos días, vecinos del municipio de Mashké, al parecer el más golpeado por el sismo, afirmaron que sólo en esa zona ya había al menos 400 muertos.
Las imágenes que llegan del área devastada por los dos terremotos muestran aldeas en las que casi no ha quedado piedra sobre piedra, mientras los supervivientes esperan la llegada de ayuda cinco días después de la catástrofe.
“La ayuda ya ha llegado a todas las zonas afectadas”, afirmó hoy a Efe el portavoz del Gobierno regional, mientras que Zia, de la NDMA, matizó que “hay localidades a las que no se puede llegar por tierra, pero ahí el Ejército ha lanzado ayuda desde el aire”.
Zia explicó que ante la imposibilidad de llevar los habituales cargamentos de harina, grano y agua, “en las aldeas más aisladas se están lanzando paquetes de barritas energéticas para que la población pueda alimentarse mientras llega la ayuda por carretera”.
El terremoto del martes, de 7.7 grados y cuyo epicentro estuvo unos cien kilómetros al sur de la localidad de Khuzdar, afectó una muy extensa zona y seis distritos del sur de Baluchistán y produjo la emergencia de tres islotes frente a la costa meridional de Pakistán. (AP y EFE)