Al menos 37 personas murieron y unas 80 más resultaron heridas hoy en un atentado con bomba perpetrado en una zona comercial cercana a una comisaría en Pesháwar, en el noroeste de Pakistán, informaron fuentes oficiales y de la Policía.
Según las fuentes, citadas por medios locales, el atentado tuvo lugar en el área de Qissa Khwani en torno a las 11:00, hora local, y el artefacto explosivo fue colocado en el interior de un vehículo y activado por control remoto.
La unidad de artificieros desplegada en el lugar del siniestro añadió que en el atentado fueron empleados 200 kilogramos de explosivos, de acuerdo con el diario local “Dawn”.
Según la Policía, antes de la detonación de la bomba en el coche se produjo una pequeña explosión, “seguramente una granada”.
El objetivo principal del atentado no está claro.
Mientras el consejero regional de Información, Shaukat Yusufzai, aseguró a “Dawn” que el objetivo era la comisaría, el jefe de la unidad de artificieros, Shafqat Malik, señaló al canal “Geo” que el plan de los terroristas era atentar en el mercado.
“La estación de Policía no parece que fuera el principal objetivo del ataque, pues no está muy cerca del lugar de la explosión”, dijo Malik, que añadió que creía que la intención de los insurgentes era atentar contra los civiles que acudían a la zona comercial.
Entre las víctimas del ataque se encuentran varias mujeres y niños, algunos de ellos con graves quemaduras, que habían acudido al lugar a hacer la compra.
Ante la tardanza de los servicios de emergencia, los heridos fueron trasladados en vehículos particulares hasta el hospital más cercano, el Leady Reading, donde algunas de las víctimas sucumbieron a las graves heridas que padecían.
Las fuerzas de seguridad acordonaron la zona y, de acuerdo con el diario local “Express Tribune”, la explosión destruyó numerosos vehículos y tiendas.
La oficina del primer ministro paquistaní, Nawaz Sharif, condenó de manera enérgica el atentado a través de un comunicado, calificó a aquellos que perpetran esos ataques de “faltos de humanidad” y aseguró que sus actos no lograrán que se alcance la paz en Pakistán.
Las autoridades locales también condenaron el ataque y algunas de ellas amenazaron a los insurgentes con una respuesta drástica en respuesta a sus actividades violentas.