WASHINGTON. Mañana martes podría consumarse la parálisis de la administración pública estadunidense si el Senado y la Cámara de Representantes no acuerdan el mecanismo para evitar el bloqueo presupuestal.
El domingo, la Cámara de Representantes de EU -bajo control republicano- aprobó fondos temporales a algunos sectores y postergó un año la entrada en vigor de la reforma sanitaria del presidente estadunidense, Barack Obama.
El Senado y la Casa Blanca rechazan esa medida que por primera vez en 17 años cerraría parcialmente al gobierno federal.
El voto de la Cámara baja ocasionaría una parálisis administrativa que, en una primera expresión, enviaría a casa a unos 800 mil funcionarios y costaría más de mil millones de dólares.
El antecedente más cercano de un caso semejante, ocurrió entre diciembre de 1995 y en enero de 1996 y perturbó seriamente la economía.
Si en las próximas horas el Congreso no aprueba la nueva ley presupuestaria, el gobierno federal no podrá pagar sus cuentas y paralizará su funcionamiento. De producirse ese colapso, sería la décimo octava ocasión en que ocurre desde 1976. El último precedente data de 1995, con el presidente William Clinton, cuando el bloqueo presupuestario se prolongó entre el 5 de diciembre de 1995 hasta el 6 de enero de 1996.
El domingo, tras una maratónica jornada, la mayoría republicana en la Cámara de Representantes aprobó un proyecto de ley con 231 votos a favor y 192 en contra, que suspende la reforma sanitaria del presidente. A cambio, la bancada opositora ofrece financiar a la administración pública durante el siguiente año. Los demócratas del Senado y la Casa Blanca rechazan esa posibilidad.
“Quiero que el pueblo estadunidense sepa que los republicanos están cerrando el gobierno. Y lo están haciendo a propósito”, advirtió, previo a la votación, la congresista demócrata Donna Edwards.
En un comunicado, la Presidencia estadunidense advirtió contra la parálisis administrativa que ocasiona la “angosta agenda ideológica” de la bancada republicana de la Cámara de Representantes.
Por su parte, Kevin McCarthy, tercer líder en rango de los republicanos en la Cámara aseguró “No vamos a cerrar el gobierno” y agregó: “Si tenemos que negociar un poco más lo haremos”.
La votación del domingo fue el intento número 43 de los republicanos de la Cámara baja para descarrilar la reforma sanitaria, y la segunda contra la ley en el debate sobre el cierre del gobierno. Este lunes por la tarde, 10 horas antes de que ocurra el cierre del gobierno, planea reunirse el Senado para definir su estrategia futura.
¿QUÉ ES EL OBAMACARE?
La Ley de Protección al Paciente y Atención Médica Accesible, conocida coloquialmente como Obamacare, es un proyecto de ley aprobado en 2010, que propone reformar la industria sanitaria en Estados Unidos. Contempla su aplicación a nivel nacional, a través de las aseguradoras, con ayudas federales y estatales. Algunos aspectos de esa reforma en salud ya son vigentes para más de 100 millones de estadunidenses bajo la Ley de Nuevo Cuidado de Salud.
Con la nueva ley, millones de ciudadanos pueden comparar precios de cobertura del seguro médico individual por internet (healthcare-gov). Así, personas en la Florida y otros 26 estados podrán elegir desde el 1 de octubre al 31 de marzo de 2014, la tarifa y cobertura de seguro médico que más les convenga.
De los casi siete millones de personas previstas para adherirse a las aseguradoras médicas en los próximos seis meses, casi seis millones podrían calificar para recibir subsidios.
Las aseguradoras ofrecen cinco planes: platino, oro, plata, bronce y catastrófico. La ley contempla la asignación de subsidios que ayuden a reducir el costo de la cobertura.
La reforma requiere que todos los planes brinden al menos 10 “beneficios esenciales” como: hospitalización, tratamiento de emergencia, servicio ambulatorio, atención neonatal y de maternidad, equipos de rehabilitación, de laboratorio, preventivos, de bienestar y para enfermedades crónicas, además de pediatría, atención dental y oftalmología.
No será elegible para subsidio quien no se registre en un plan a través de los mercados de seguros médicos.
Facetas de la parálisis
Este es el escenario del colapso gubernamental del próximo martes:
-Casi 35% de los 2.5 millones de empleados (también de la Casa Blanca) iría a casa, sin garantía de mantener su plaza si se resuelve esta parálisis. Las dependencias ya seleccionan al personal imprescindible.
-Se retrasarían los cheques y pensiones para veteranos.
-No se atenderían solicitudes para visas, pasaportes o licencias.
-Parques nacionales, museos y actividades académicas públicas clausurarían sus actividades.
-Sólo funcionarían actividades esenciales, como el control aéreo e inspecciones alimentarias.
-El secretario de Defensa, Chuck Hagel, pidió evitar que más de 400 mil funcionarios dejen de recibir su salario, algunos de ellos, por segunda vez en este año.