ROMA. El papa aceptó la renuncia presentada por el obispo de Waterford y Lismore (Irlanda), William Lee, después de que él mismo admitió que había actuado de forma “inadecuada” en un caso de supuestos abusos sexuales contra menores cometidos por un sacerdote,al cual habría encubierto.
Como es la praxis, el Vaticano informa de la renuncia basada en el canon 401 párrafo 2 del Código Canónico, que obliga a los prelados a renunciar de su cargo en el caso de “faltas graves o enfermedad”.
Lee había calificado en 2010 de “seriamente inadecuada” su actuación de encubrimiento en las investigaciones sobre abusos sexuales cometidos contra menores por un sacerdote, que no identificó, de su diócesis del sureste de Irlanda.
El obispo irlandés pidió perdón por tardar dos años en trasladar a la policía las acusaciones efectuadas por tres personas en 1993, cuando eran adultos, sobre los abusos sufridos a manos de un sacerdote.
Tembién se disculpó por no suspender de forma inmediata al cura afectado de sus responsabilidades eclesiásticas.