El IMSS administrará dentro de tres años los recursos del nuevo sistema de seguridad social universal, que incluyen la pensión para adultos mayores, el seguro del desempleo y el régimen de incorporación de trabajadores a la formalización. No obstante, el instituto seguirá operando en números rojos.

 

José Antonio González Anaya, director de la institución, explicó que la propuesta está planteada dentro de la propuesta de reforma hacendaria del Ejecutivo, “ya que eso le da institucionalidad a la medida”.

 

El documento, presentado el 1 de septiembre pasado, señala que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) es reconocido como el instrumento básico de la seguridad social, pues protege a más de 16.3 millones de trabajadores inscritos y a sus familias.

 

Las reformas se aplicarán a los artículos 4°, 73 y 123 de la Constitución, en los que se establecerán las obligaciones, montos y beneficios para la población.

 

De esta manera la institución quedará a cargo de la pensión universal de vejez, que a partir de 2014 se entregará a todas las personas que cumplen 65 años. El monto inicial será de mil 92 pesos al mes, pero será actualizado conforme al Índice Nacional de Precios al Consumidor y será fondeado con recursos provenientes directamente del gobierno federal.

 

La medida se consideró relevante, sobre todo porque el Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social (Coneval) estima que 61% de los mexicanos carece de acceso a la seguridad social, 66.3% mayores de 65 años nunca ha cotizado al sistema de seguridad social y 37% de este grupo poblacional no cuenta con una pensión.

 

La responsabilidad del seguro de desempleo también quedará en manos del IMSS, que además deberá redistribuir 3% de las cuotas obrero-patronales para crear una subcuenta donde el mismo trabajador ahorre para este seguro.

 

Al respecto, González Anaya explicó que la propuesta de la reforma es un rebalanceo de las cuotas del IMSS, pero eso no implica un aumento en las cuotas obrero-patronales, por lo que no habrá un aumento en los ingresos del instituto.

 

En cuanto al régimen de formalización, el funcionario apuntó que la dependencia a su cargo trabajará para que los pequeños contribuyentes regularicen su situación fiscal y se incorporen al sector formal.

 

Si bien no se ha estimado cuántos afiliados podría haber en los próximos años, se prevé que el número aumente de manera considerable después de que arranque el sistema de incorporación que planea el gobierno federal.

 

A largo, plazo habrá un beneficio, ya que las tres medidas promoverán la formalización, lo que se traduce en un incremento en el número de afiliados que cotizarán en el Seguro Social.

 

“El IMSS se va a mantener como la institución más importante de seguridad social y de servicios de salud a final del sexenio”, afirmó González Anaya en entrevista posterior a la inauguración del Congreso de Medicina de Excelencia.

 

Medida no mejorará finanzas del IMSS

 

A pesar de que el IMSS administrará los nuevos seguros y pensiones, seguirá manteniendo el déficit presupuestario que arrastra desde hace cinco años.  Así lo reconoció José Antonio González Anaya, al señalar que el instituto enfrenta fuertes retos financieros, por lo que, a medida que aumente la cobertura de seguridad social mejorarán los servicios médicos.

 

Para cumplir con los pagos de jubilaciones y pensiones, el IMSS transfiere los recursos de los seguros de riesgo de trabajo, del de invalidez y del seguro de guarderías y prestaciones sociales, así como de los Fondos para el Cumplimiento de Obligaciones Laborales y de la Reserva para Contingencias.

 

De acuerdo con el Informe de Labores del Ejecutivo Federal y el Congreso de la Unión 2012-2013 los tres seguros presentan un superávit que contribuye a completar los pagos de pensiones y los servicios médicos de los afiliados. Así mismo, los fondos sirvieron para compensar el déficit que tiene el régimen de jubilaciones y pensiones, pero los recursos se terminarán en 2013.

 

El informe reveló que el IMSS tiene un déficit de dos mil 500 millones de pesos y en 2015 ya no tendrá recursos para hacer frente al pago de jubilaciones, toda vez que se proyecta que el número de pensionados crecerá 11%, en promedio.

 

Sólo si el pago de servicios del personal, el gasto de infraestructura, materiales y suministros no exceden los seis mil 800 millones de pesos en los próximos tres años y la recaudación se incrementa, los recursos podrían alcanzar hasta 2015.