Cuando le preguntamos a Laura I. Gómez por qué dejó su alto puesto en Twitter, responde que lo que desarrolló nadie se lo va a quitar.
“Lo que yo ya hice, lo que yo creé y lo que está establecido, nadie me lo va a quitar”.
Dice que se encuentra con Twitter en todas partes.
“En las televisiones y en los medios de comunicación, estoy viajando y veo que alguien tiene Twitter ya en tailandés, todo eso fue parte de lo que yo desarrollé”.
Laura dejó su puesto como encargada de la internacionalización de la firma del pajarito azul, pero por su participación accionaria puede volverse millonaria en cuanto la empresa salga a Bolsa.
Hoy es consultora de ESPN, cofundadora de Vyv y representante de Jawbone. Nació en León, Guanajuato, pero su carrera se la forjó en Silicon Valley.
–¿No te arrepientes de haber dejado Twitter en su mejor momento?
–La gente fuera de Silicon Valley sí se hace esas preguntas, pero dentro de Silicon Valley es normal decir voy a crear otras cosas, a lo mejor no va a funcionar, pero estamos creando.
Así explica lo que pasa por su mente y rechaza a la vez tener el dinero suficiente como para pensar en no trabajar nunca más. Aunque bromea, dice que si Twitter sale a Bolsa, podría ser vista por muchos jóvenes como una Sugar Mama.
“Yo trabajo a tiempo completo para Jawbone, en la expansión del producto internacional, haciendo lo mismo que hice con Twitter, cuando ahora todo mundo está hablando de wearable technology”.
Se refiere a la nueva ola de la tecnología, que mezcla prendas de vestir con dispositivos que antes sólo lucían en un escritorio, joyería de fantasía con gran poder de cómputo o lentes con pantallas, cámaras y memorias.
Jawbone, por ejemplo, produce una de esas pulseras de colores que graba cuánto caminas, dónde caminas, qué estás comiendo, cómo duermes y esos datos son transformados con fórmulas para indicarte cómo debes cuidar mejor tu cuerpo.
“Yo trabajo tiempo completo porque soy una mujer emprendedora, pero no soy una mujer millonaria. También trabajo tiempo completo porque a mí me gusta crear, pero también ayudar en la expansión”.
Insistimos en que desde afuera, podría parecer un error apostarle a una empresa que parece no tener futuro, cuando tienes un puesto fijo en una corporación que ya comienza a dar frutos.
“En Silicon Valley hay una mentalidad de créalo y piensa en la monetización después”, dice Laura I. Gómez. “Twitter ya va a cumplir ocho años y no fue hasta los últimos dos y medio que comenzó a monetizarse”.
Laura reconoce que mucha gente tiene miedo, pero debe también ser capaz de aceptar el fracaso, pues el fracaso puede llevar a otro nivel.
“Twitter, le digo a todo mundo, nació en medio de un fracaso, que era Odeo. Si ves la historia de Odeo, no le estaba yendo bien e hicieron un alto y salió Twitter. Siempre va a haber un fracaso y va a salir algo mejor”.
Dice que Twitter es algo que ya hizo y se siente orgullosa de ello.
“La próxima vez que tú te compres un Jawbone y lo abras y lo veas traducido a diferentes idiomas vas a decir es Laura. Si has visto los Jamboxes chiquititos y te hablan en español, eso va a ser algo que viene de mí, entonces imagínate ese tipo de impacto.
–Tienes un espíritu como de punk, ¿qué música te mueve? ¿qué escuchas?
–La música que yo siempre he escuchado es… adivina cuál fue mi primer concierto: Café Tacuba en los Estados Unidos. Tocaron en una discoteca súper chiquita, claro que era para más de 18 para arriba, pero yo entré y tenía 14 años, y no sé cómo entré. Estaban tocando, habían sacado el álbum Re… Cuando estaba el grunge, me gustaba mucho Kurt Cobain. Ya después me empezó a gustar mucho el rap brasileño y el reggae brasileño, porque hablan de los temas que a mí me interesan, de política, de políticas sociales. Entonces a mí me gusta la música alternativa, pero no demasiado alternativa… Yo escucho las letras de todos, para mí son muy importantes. Yo a Café Tacuba los he visto creo que más de 30 veces en mi vida…