ASIS, Italia. El papa realizó un peregrinaje el viernes al poblado italiano de Asís en seguimiento de los pasos de San Francisco, el fraile del siglo XII que renunció a una vida de riquezas y disolución para abrazar la pobreza y el servicio a los pobres.
De acuerdo con la tradición, Dios le dijo a San Francisco que reparara “mi casa”.
En palabras y obras, el primer pontífice en tomar el nombre del santo ha especificado claramente cómo desea seguir esa orden. Francisco intenta dar forma a una Iglesia que reciba a todos, pero especialmente a los más marginados, con una jerarquía eclesiástica digna de su grey de mil 200 millones de personas.
A continuación presentamos algunos de los objetivos principales del papa en su intento por reorganizar la Iglesia para que sea la institución que San Francisco hubiera querido.
UNA IGLESIA “QUE ES POBRE Y PARA LOS POBRES”
El papa Francisco se reunió con los pobres en Asís y exigió que los fieles se “despojen” de su apego mundano a las riquezas, que dijo está matando a la Iglesia y a sus almas. Hizo esa exhortación durante la escala más evocadora del día, en la sencilla habitación donde San Francisco se despojó de su ropa, renunció a sus bienes y se comprometió a vivir en pobreza.
Desde que se convirtió en pontífice en marzo, Francisco ha especificado claramente que uno de sus principales objetivos es una Iglesia humilde, que busca a los más pobres y les da esperanza. El “papa de los barrios bajos”, como se le conoce debido a sus labores en las villas miseria de Argentina, denunció recientemente la “idolatría” del dinero y alentó a los que carecen de la “dignidad” de un trabajo.