WASHINGTON. Sin un pacto presupuestal y con la proximidad de la fecha para definir el techo de la deuda de Estados Unidos, el líder republicano de la Cámara de Representantes John A. Boehner manifestó su determinación de evitar que el país caiga en la insolvencia de pagos. Para lograrlo, el legislador estaría dispuesto a aprobar el aumento en el techo de la deuda con un voto bipartidista, afirmó una fuente a The New York Times (NYT). Esa posición marca un quiebre en la posición del bloque republicano, de no hacer concesiones al Ejecutivo si no cede en su reforma sanitaria.

 

El 17 de octubre se debe aprobar el límite de la deuda de Estados Unidos.  El Departamento del Tesoro ha advertido que debe ser de 16.7 billones de dólares, para evitar que el país se declare en suspensión de pagos. Ahora el Tesoro dispone de apenas 30 mil millones de dólares para cumplir con sus obligaciones; no pagar, crearía un efecto dominó que afectaría a los mercados financieros internacionales, elevaría la tasa de desempleo y desaceleraría el crecimiento.

 

Para lograr su propuesta, el líder de la mayoría republicana en la Cámara baja John Boehner consideraría la posibilidad de evadir una normativa informal de su bancada, la llamada “Regla Hastert”, según el NYT. Esa norma no escrita, consiste en no votar una ley en la Cámara si carece de apoyo de la mayoría.

 

El acuerdo para aprobar el límite de la deuda, se lograría a partir de una minoría de votos republicanos y mayoría republicana, sugiere Boehner. Esta posibilidad ya ocurrió en ocasiones anteriores y podría concretarse antes del 17 de octubre, cuando vence la fecha límite para alcanzar ese pacto.

 

El jueves, los republicanos seguían con su estrategia de aprobar en la Cámara de Representantes, leyes que permiten reanudar algunos programas populares. Ya estaban listos los votos para reasignar dinero a los veteranos de guerra y pagar a los miembros de la Guardia Nacional y la Reserva. Un día antes, aprobaron el financiamiento de los parques nacionales, la investigación biomédica y que el gobierno del Distrito de Columbia gaste dinero controlado por el gobierno federal.

 

Mientras, el cierre del gobierno ya preocupa a inversionistas y los mercados de valores en EU y el extranjero pierden fuerza. Ayer, el jefe del banco central europeo, Mario Draghi, calificó el cierre del gobierno de “un riesgo si se prolonga”. También por falta de fondos el Departamento de Trabajo anunció que no difundirá hoy su informe mensual de desempleo y no fijó fecha para la divulgación de la información.

 

En agosto, el índice de desempleo fue del 7,3 por ciento, el nivel más bajo desde diciembre de 2008 cuando la mayor economía del mundo llevaba un año en la que fue su recesión más profunda y prolongada en ocho décadas.

 

En tanto, el último sondeo de la cadena estadounidense CNN reveló que 46% culpa a los republicanos por el cierre del gobierno, mientras que un 36 por ciento considera responsable a Obama y un 13 por ciento a ambas partes por igual.

 

Al menos 121 congresistas donarán su salario

 

Al menos 121 miembros del Congreso -60 republicanos y 61 demócratas-, ofrecieron donar su durante el cierre parcial del gobierno federal, en solidaridad con los empleados públicos afectados por la disputa presupuestaria. Así lo manifestaron en comunicados y las redes sociales, según The Washington Post. Por ley, tanto el presidente Barack Obama como el vicepresidente Joe Biden, que reciben un salario anual de 400 mil dólares y 230 mil 700 dólares, respectivamente, quedan exentos de la suspensión de salarios, al igual que los miembros del Congreso, pues sus pagos provienen de fondos obligatorios. En cambio, los fondos discrecionales, que se utilizan para financiar la mayoría de las operaciones de la burocracia federal debe ser aprobados por el Congreso en cada año fiscal que abarca de 1 de octubre al 30 de septiembre.