Es una imagen tan evocadora hoy como lo fue hace cien años: una doncella sobre la Luna. Solo que ahora, para conmemorar los cien años de la marca, la revista Vanity Fair remplazó en su portada la ilustración de George Wolfe Plank con una foto de la supermodelo Kate Upton, tomada por Annie Leibovitz.
La publicación con la que nació el imperio de Condé Montrose Nast (fundador de Condé Nast, el grupo editorial que hoy es dueño, además, de Vogue, Wired y The New Yorker) nació, literalmente, con otro vestido. Nast, un editor neoyorquino con fuertes lazos europeos, compró en 1913 la revista de moda masculina Dress.
Bajo el nuevo nombre de Dress and Vanity Fair, publicaría cuatro ediciones ese año y seguiría haciéndolo, incluso, durante los años de la Gran Depresión. Derrotado por la falta de anunciantes, decidió que Vanity Fair, su niña consentida, fuera absorbida en 1935 por la más sólida Vogue, que casi la doblaba en circulación.