WASHINGTON. Cientos de miles de migrantes salieron este sábado a las calles en diversas ciudades de costa a costa en Estados Unidos para presionar al Congreso a que apruebe una reforma migratoria comprensiva y que el gobierno frene las deportaciones.

 

Las marchas convocadas por activistas bajo el lema: “El Día Nacional por la Dignidad y el Respeto” buscan que se apruebe ya una reforma migratoria, cuyo proyecto fue avalado en el Senado, pero que se encuentra estancado en la Cámara de Representantes.

 

Las marchas arrancaron después del mediodía en lugares como Miami, Nueva York, Filadelfia y Chicago. Los organizadores esperaban que unas 150 ciudades se unieran a las manifestaciones durante el día.

 

Unas 20 ciudades de California participan en el evento, entre ellas San Diego, San Francisco, San José y Los Ángeles, esta última en la que se esperaba la mayor concentración.

 

En Florida, unos 200 migrantes con pancartas, banderas estadunidenses, música y gritando consignas como: “Sí se puede” partieron después del mediodía desde el Parque José Martí, en Miami, rumbo al centro de la ciudad.

 

“El mensaje más claro que queremos que llegue a nivel nacional es para el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, de que someta a votación la reforma migratoria aprobada por el Senado”, dijo a Notimex Francisco Portillo, de la Organización Hondureña Francisco Morazán.

 

“Y otro mensaje bien claro al presidente Barack Obama es que frene las deportaciones, ya que durante su gobierno han sido deportadas casi 400 mil personas”, agregó el activista.

 

Asimismo, cientos de inmigrantes y activistas se reunieron en Brooklyn (Nueva York), Goose Creek (Carolina del Sur), Chicago (Illinois) y en Filadelfia (Pensilvania).

 

En Chicago, los manifestantes se juntaron en Union Park, donde se emitieron algunos discursos y mensajes, especialmente a los republicanos del Congreso, para que dejen de separar familias.

 

La activista Emma Lozano denunció que mil 400 personas son deportadas cada día y advirtió que el número alcanzará los dos millones para cuando concluya el gobierno del presidente Obama.

 

En Filadelfia, la ecuatoriana Blanca Pacheco, miembro de “El Nuevo Santuario” una coalición defensora de los inmigrantes, afirmó que la reforma debe ser aprobada para que las personas “tengan sus permisos de trabajo y puedan integrarse a la sociedad correctamente”.

 

Como parte de la movilización a favor de una reforma migratoria en Estados Unidos, el próximo martes habrá una concentración y un concierto gratuito en el National Mall de Washington.

 

La movilización es apoyada por la Alianza para la Ciudadanía, una coalición de organizaciones que incluyen a la AFL-CIO (la principal gremial de Estados Unidos), la Unión Estadunidense por las Libertades Civiles (ACLU) y el Centro Legal de Pobreza en el Sur.

 

Tantos legisladores demócratas como republicanos habían cooperado en los últimos meses en el tema de la reforma y eso hizo aumentar la confianza de que la legislación podría ser aprobada, con lo que se beneficiarían unos 11 millones de migrantes indocumentados.

 

Pero la crisis de Siria y ahora el cierre parcial del gobierno por una disputa presupuestaria entre ambos partidos en el Congreso, han desviado la atención de los legisladores.