A pesar de la situación económica nacional e internacional, las ventas de Ferrari y Maserati en México superan las expectativas.

En entrevista con 24 HORAS, Rodrigo González, director general de Ferrari y Maserati en este país, comentó que la nueva ley contra el lavado de dinero con la cual el gobierno federal espera detectar a los que realicen actividades consideradas vulnerables, ha creado incertidumbre ante los clientes de la automotriz italiana.

 

El directivo platicó con este diario durante la presentación en México del nuevo modelo Quattroporte de Maserati.

 

 

–¿Cómo está el negocio de los coches de lujo en México?

 

–Casualmente, este año ha sido un año atípico porque precisamente ha habido muy buena reacción. Dentro de algunos sectores sí se ha hablado de que la economía está un poco reprimida y me constó porque sí en ciertos sectores así lo es, pero casualmente, por ejemplo, en los meses de julio y agosto tuvimos ventas que nunca las habíamos tenido desde hace muchos años. Entonces, sí hay un poco de inconsistencia con lo que está sucediendo en el país. ¿Qué pasa? En teoría, es que sí les está yendo bien a los clientes que compran este tipo de coches, eventualmente esa economía va a permear a las clases que están ahorita un poco reprimidas. Esperemos. Es la esperanza que tenemos.

 

“Para el último trimestre del año estamos esperando muy buenas ventas a pesar de la nueva ley de actividades vulnerables, que bien o mal nos está pegando un poquito por la incertidumbre de la ley, pero que eventualmente se va a volver a estabilizar la cuestión y a retomar las ventas”.

 

–¿Los está impactando la reforma hacendaria?

 

–No es la reforma hacendaria. La reforma hacendaria es una cosa que se está planeando para el próximo año. De lo que te hablo es que hay una nueva ley que se llama Ley de Actividades Vulnerables, donde compres el coche que compres, desde un Jetta hasta un Ferrari, necesitas ya dar mucha información, la cual está generando mucha incertidumbre a la gente porque no sabe para qué se va a utilizar esa información. Una vez que sepamos bien cómo está la ley y cómo se está implementando, se va a retomar el nivel de las ventas nuevamente.

 

–¿Y qué opina de la reforma hacendaria?

 

–Realmente no me genera incertidumbre, porque bien o mal es para todos. Es algo que estamos especulando porque no ha pasado, es una propuesta. Sí ha habido, por ejemplo el Consejo Coordinador Empresarial, que se ha mostrado muy en contra de la ley. Varios sectores se han mostrado en desacuerdo. Entonces vamos a ver. ¿Para qué nos adelantamos? Vamos a ver bajo qué circunstancias se aprueba y por lo pronto pues hay que cerrar bien este año”.

 

–¿Cuántos Ferrari se venden en México?

 

–Estamos hablando aproximadamente de unos 60 coches al año. De Maserati, estamos hablando de 40 a 45 coches y ya con estos nuevos coches, el Quattroporte y el Ghibli, creo que nos estamos yendo para unos 100 coches para el próximo año.

 

–¿Qué tipo de gente compra estos coches?

 

–Son dos mercados diferentes. Hablamos de Ferrari: son empresarios, médicos, abogados, definitivamente hablamos del 5% de la clase alta de México. Es gente que se quiere dar su gusto, es gente que ha trabajado. ¿Qué representa Ferrari? Representa un estatus. Cuando estás manejando un Ferrari, pues ya tienes un estatus dentro de tu nivel social diferente y ese es el principal cliente que compra un Ferrari.

 

“Y Maserati no. Hablamos de gente que buscan un coche del diario. En el caso del Quattroporte, son clientes que están aburridos, digámoslo así, de Mercedes, de Audi, de BMW, y los cuales quieren coches del mismo nivel, pero mucho más exclusivo. Estamos hablando de gente de nivel directivo alto”.

 

–¿Nos puede contar alguna historia de algún cliente?

 

–Comimos la semana pasada con un cliente, nos comentaba que en el 2002 entró por primera vez a la tienda cuando estábamos en la calle Masaryk. Nos comentaba que le daba miedo entrar en la agencia en aquel entonces por lo que impone la marca. A pesar de que él tenía el dinero, no quería romper la barrera de poderse comprar un Ferrari, porque a partir de ese punto ya no iba a poder hacerse para atrás. Ahorita te puedo decir que el señor no se compró más de 10 coches a lo largo de estos 10 años. Es una historia muy curiosa porque así es. Hay gente que tiene el dinero, que tiene la capacidad económica, pero que no ha roto la barrera para decir sí quiero estar en ese nivel.

 

-¿La inseguridad en el país afecta la venta de estos vehículos?

 

–No. Definitivamente toda aquella persona que maneja un coche de este nivel tiene su seguridad garantizada o tiene los medios para tener una seguridad.

 

“Eres muy susceptible con un Ferrari a sufrir un robo de cartera, de reloj, de lo que traigas encima.

 

“Como el estereotipo es muy claro, cuando van por alguien, hablamos de secuestro, no es el cliente de Ferrari. Es el cliente que está en camioneta blindada, que anda en otro tipo de coche. El cliente de Ferrari sí es una persona que está económicamente bien, pero no está estereotipada en este tipo de delincuencia, a ese nivel”.

 

–Hay un tema que se habla cada vez más y es el de la piratería de coches como Ferrari. ¿Les afecta o ha visto problemas vinculados con la reproducción de este tipo de coches?

 

–Se ha hablado mucho. Incluso, te metes a YouTube y ahí hay videos. En realidad, nunca he visto uno en vivo, ni aquí ni en otro lado. También se hablaba de España y de ciertas partes a lo largo del mundo. Realmente nunca lo he visto, he visto los videos y los videos no me hacen clic.

 

“Hablan de carrocerías de fibras de vidrio y cosas de esas, pero verlo en vivo, nunca lo he visto. Y si lo hubiera, no me afecta. La persona que pudiera buscar un coche de esos, definitivamente no es el cliente que buscaría en nosotros. Cosa diferente a lo que pudiera ser por ejemplo para la industria manufacturera como las gorras, las playeras, que sí afecta gravemente”.