EL CAIRO. La escalada de violencia persiste en Egipto; ayer dejó un saldo de once muertos en las provincias de Ismailiya y la Península del Sinaí, al noreste del país. El domingo, el choque entre las fuerzas gubernamentales y los islamistas dejó  51 muertos y 300 heridos, el mayor saldo de víctimas desde el 14 de agosto cuando las fuerzas gubernamentales desalojaron los campamentos de simpatizantes del depuesto presidente Mohamed Morsi.

 

Las fuerzas de seguridad lograron dominar la situación la noche del domingo tras los enfrentamientos con seguidores del depuesto presidente Mohamed Mursi, que salieron a las calles en una jornada festiva en la que se celebraba el cuadragésimo aniversario de la guerra de 1973 con Israel.

 

La mayor parte de los fallecidos el domingo se produjo en El Cairo y en Giza, aunque también hubo muertos en las provincias de Minia y de Beni Suef, en el centro del país. Las autoridades egipcias arrestaron entre el domingo y el lunes a 243 personas en la provincia de El Cairo y 180 en Giza.

ismailia

La mañana del lunes, desconocidos dispararon un cohete RPG (lanza granadas antitanque) contra un centro de emisiones por satélite, en el barrio cairota de Maadi, sin que se hayan registrado víctimas. Una fuente de seguridad precisó que el lugar atacado fue al sur de la capital egipcia. El impacto del proyectil tampoco causó daños materiales en el lugar donde se llevan a cabo emisiones internacionales por satélite.

 

Este suceso coincidió con la muerte de once miembros de las fuerzas de seguridad egipcias  en dos ataques contra el ejército y las fuerzas de seguridad en las provincias de Ismailiya y de la Península del Sinaí, en el noreste del país.

 

Las primeras seis víctimas del lunes fallecieron en un asalto que perpetraron hombres armados en un camino militar cerca de la localidad de Abu Zuer, en la provincia de Ismailiya, junto al canal de Suez. En otro incidente, en la ciudad de Tur, capital de la provincia del Sur del Sinaí, al menos cinco personas perdieron la vida y otras cincuenta resultaron heridas por la explosión de un coche bomba en la sede de la Dirección de la Seguridad Central de la provincia.

 

El atentado se registró cuando en el interior del complejo se celebraba una reunión de varios dirigentes de seguridad. Entre los heridos se encuentra el general Hatem Amin, asistente del jefe de la Seguridad Central en esa provincia. Las primeras investigaciones apuntan a que el atentado fue realizado con un vehículo de la policía, robado recientemente.

Estos sucesos ocurren un día después de que Egipto viviera su peor jornada de violencia, luego del 14 de agosto, cuando las fuerzas de seguridad desalojaron los campamentos de los simpatizantes del ex presidente Mursi.  El domingo, enfrentamientos similares entre la Policía y los islamistas, concluyeron con un saldo de 51 muertos y 375 heridos en varias provincias egipcias.

 

Los seguidores del depuesto presidente Mursi salieron a las calles en una jornada festiva en la que se celebraba el cuadragésimo aniversario de la guerra de 1973 con Israel.

 

En este clima de violencia ocurre en el marco de la primera visita del presidente interino egipcio, Adli Mansur, a Yeda, la segunda ciudad más importante de Arabia Saudí, donde se entrevistó con el rey Abdalá, centrada en reforzar las relaciones bilaterales. Es tradición que el primer viaje al extranjero de los jefes de Estado egipcios sea al reino saudita, país que ha volcado su apoyo político y económico hacia Egipto tras la destitución del presidente islamista Mohamed Mursi el pasado 3 de julio.

 

Desde entonces, las autoridades sauditas han aportado 5 mil millones de dólares a Egipto, repartidos entre una donación de mil millones de dólares, un depósito en el Banco Central Egipcio de 2 mil millones y otros 2 mil millones en productos energéticos como petróleo y gas. Tras su visita a Arabia Saudí, Mansur viajará a Jordania, donde se reunirá con el rey jordano Abdulá II.

 

Ante esos acontecimientos, la Liga Árabe expresó su compromiso en ayudar a Egipto en la “lucha contra el terrorismo”. El subsecretario general para Asuntos Políticos de la organización, Fadl Gauad, declaró en El Cairo que la Liga rechaza “todos los actos de terrorismo, violencia y el asesinato de inocentes, sean cuales sean sus causas”. “Lo que sucede en Egipto es lamentable, no solo para los egipcios sino para todos los árabes”, subrayó Gauad, que indicó que estos actos buscan “destruir el país y asesinar a inocentes”.

 

Hermandad Musulmana denuncia la masacre

 

El CAIRO. La Coalición Nacional de Defensa de la Legitimidad, que engloba a los Hermanos Musulmanes y a otros grupos afines, calificó en un comunicado la muerte de civiles del domingo de “masacre” e instó a los egipcios a seguir manifestándose toda la semana bajo el lema “El pueblo recupera el espíritu de octubre”. Asimismo, hizo un llamamiento a los estudiantes universitarios para que protesten este martes “para condenar la continuación de las masacres contra los egipcios” y pidió a sus seguidores que el próximo viernes acudan a la plaza cairota de Tahrir.

 

Escenarios de la violencia

 

EL CAIRO. En los últimos días han ocurrido ataques sistemáticos contra soldados y fuerzas de seguridad en la volátil península del Sinaí, al noreste del país, así como en la provincia de El Cairo y Giza, que abarca también parte de la capital egipcia. Para algunos observadores esos enfrentamientos se parecen cada vez más a una insurgencia totalmente constituida.

 

Estos hechos se han multiplicado en los tres meses después de la destitución el presidente islamista Mohamed Morsi, apoyado durante su gobierno por la Hermandad Musulmana.

 

En un discurso en el estadio de la Defensa Aérea, el jefe del Ejército, Abdel Fatah al Sisi, aseguró que los soldados seguirán cumpliendo el “mandato del pueblo para afrontar el terrorismo”. Sostuvo que el ejército es responsable “ante Dios de continuar cumpliendo el mandato, protegeremos a Egipto y a los egipcios, esto es una promesa”

 

El también ministro de Defensa destacó el vínculo del pueblo egipcio con el Ejército del país y afirmó que las Fuerzas Armadas “son más fuertes que las pirámides, gracias al pueblo”. Mursi fue depuesto por los militares el pasado 3 de julio, tras multitudinarias protestas que pedían la celebración de elecciones presidenciales a anticipadas los días anteriores. Redacción