WASHINGTON. El cierre parcial del gobierno entró en su segunda semana con republicanos y demócratas dispuestos a mantener sus posiciones irreconciliables frente a la aprobación del presupuesto y la autorización de un nuevo techo de endeudamiento, el próximo 17 de octubre. El presidente Barack Obama aceptaría un incremento de corto plazo en el límite de la deuda, que durara un año o más, dijo un funcionario al diario New York Times. Esa declaración reconoce que el gobierno no ve posible un acuerdo de largo plazo que aumente el límite del endeudamiento público antes de la fecha límite.

 

Aunque ayer retornaron a sus labores 350 mil empleados del Pentágono, al amparo de una resolución aprobada antes del cierre, unos 500 mil trabajadores públicos siguen en desempleo técnico. Una minoría de 49 legisladores en la mayoría republicana de la Cámara de Representantes y 5 senadores que se identifican con el movimiento denominado Tea Party, han usado el debate del presupuesto fiscal y el límite de la deuda para atacar la reforma sanitaria del presidente Obama.

 

A diez días de que se aborde ese debate, el Secretario del Tesoro, Jacob Lew, advirtió sobre los negativos efectos que tendría para la economía del país si el gobierno se declara incapaz para cumplir con sus obligaciones crediticias en un par de semanas más.

 

“A partir del 17 no podremos pedir prestado y el Congreso juega con fuego” si no aumentan el límite de la deuda tendremos muy poco tiempo”, señaló Lew entrevistado por la cadena CNN. Días atrás el Departamento del Tesoro notificó al Congreso que el gobierno se quedará sin capacidad para endeudarse más este 17 de octubre a menos que se alcance un acuerdo sobre el techo de la deuda de 16.7 billones (millones de millones) de dólares.

 

El gobierno estima que para esa fecha EU deberá pagar 30 mil millones de dólares y la negativa a autorizar un nuevo tope llevaría a una declaratoria de insolvencia financiera por primera vez en la historia del país. El incumplimiento del pago de la deuda “no tendría precedentes” y podría tener consecuencias tales como la congelación del flujo de crédito, la caída en picado del valor del dólar y el alza apurada de las tasas de interés

 

Entre los principales acreedores extranjeros de Estados Unidos figuran China y Japón, seguidos por “centros bancarios del Caribe”, los exportadores de petróleo, Brasil, Suiza, Bélgica, el Reino Unido, Luxemburgo y Rusia.

 

La situación actual se enrarece porque una minoría dentro de la mayoría republicana de la Cámara de Representantes, unos 49 representantes y 5 senadores que se identifican con el movimiento ciudadano Tea Party, han usado el debate del presupuesto fiscal y el límite de la deuda para atacar la reforma sanitaria del presdiente Barack Obama.

 

La víspera, el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner subrayó que su fracción no votará para aprobar un nuevo techo si la Casa Blanca no accede a negociar recortes en el gasto. “El crédito del país está en riesgo debido al rechazo del gobierno a sentarse a conversar”, advirtió Boehner en su aparición en el programa “This Week” de la cadena ABC.

 

Boehner también subrayó la imposibilidad de aprobar una propuesta “limpia”. Contrario a la insistencia de Obama, Boehner aseguró igualmente que no existen los votos en la Cámara baja para aprobar una resolución “limpia”. Ello, a pesar de que algunos reportes han dado cuenta del descontento entre algunos miembros de su bancada por la postura que adoptó cediendo a la demanda del bloque más conservador.

 

Confianza en riesgo

 

El cierre del gobierno federal representa un riesgo para la política exterior estadunidense, advierte el centro de análisis geopolítico Global Intelligence Stratfor. “Aunque no sea totalmente catastrófico, la parálisis administrativa ha afectado un poco la diplomacia estadunidense “. La cancelación del viaje del presidente Obama a Malasia y Filipinas, “puede parecer insignificante”, pero una mirada más atenta al propósito de esa gira revela lo contrario: que hay temas fundamentales de la agenda exterior involucrados.

 

Los dos asuntos prioritarios para el Ejecutivo en política exterior son: la negociación de una mayor flexibilidad para la rotación interna y operatividad externa del ejército estadunidense en sus bases en Filipinas y, avanzar con el acuerdo comercial de Asociación Transpacífica con Malasia.

 

Ambas negociaciones abonarán en favor del fortalecimiento de la confianza de la región en Estados Unidos, sostiene Stratfor. Redacción

 

Los otros cierres gubernamentales

 

En 1995 y 1996 el gobierno federal también cesó parcialmente sus funciones. Por ese cierre, hubo pérdidas de mil 400 millones de dólares.

 

– La primera ocasión sólo duró seis días, entre el 14 y 19 de noviembre de 1995, cuando 800 mil empleados federales también suspendieron sus labores.

 

– La segunda ocasión, el cierre se prolongó por casi tres semanas, entre el 16 de diciembre de 1995 y el 7 de enero de 1996. El paro gubernamental afectó a 500 mil empleados que sí trabajaron pero no pudieron recibir su paga a tiempo.

 

Por una tormenta de nieve, el retorno a las actividades se reanudó hasta el 9 de enero de 1996. Agencias