WASHINGTON. El Fondo Monetario Internacional (FMI) rebajó de 2.9% a 1.2% su previsión de crecimiento de México para este año, debido a la caída del gasto público y a la menor demanda de Estados Unidos en el primer semestre.

En su informe sobre “Perspectivas económicas globales”, publicado ayer, el FMI asegura que la segunda economía latinoamericana podrá cerrar en el entorno del 3% el año próximo gracias a una mejora de la manufactura respaldada por la recuperación de la demanda desde Estados Unidos, el gasto público y los frutos de las reformas estructurales.

 

El pronóstico para Brasil, la primera economía latinoamericana, se mantuvo en 2.5% para este año, gracias al aumento de la inversión.

 

Sin embargo, el FMI rebaja en siete décimas sus previsiones para 2014, calcula un crecimiento de 2.5%.

 

Los datos confirman la moderada recuperación de Brasil tras el débil repunte del 0.9% en 2012 y marcan el fin de casi una década de fuerte crecimiento, solo interrumpido en 2009.

 

“No ha sido una navegación suave, pero las medidas tomadas han ayudado a mantener la estabilidad”, afirmó Thomas Helbling, del departamento de Investigación del Fondo, en la rueda de prensa de presentación del informe.

 

Helbling dijo que las economías latinoamericanas con alta dependencia de la exportación de materias primas seguirán mostrando una evolución sólida, como es el caso de Colombia, Perú, Chile o Bolivia, con la excepción de Venezuela, donde los problemas de cortes energéticos y controles de cambio están limitando el crecimiento.

 

En el caso de Argentina, el FMI espera un mayor crecimiento por la mejora de las cosechas, pero limitado por el cambio de divisas y los controles administrativos, aunque la institución multilateral insiste en que los datos de PIB e inflación en que se basa son oficiales y siguen sin encajar en los estándares de calidad que espera.

 

Helbling atribuyó la caída de crecimiento en México a problemas con firmas del sector de la construcción y a un gasto público menor al esperado, pero consideró que son obstáculos pasajeros que permitirán retomar pronto una tasa de crecimiento más elevada.

 

También expresó su expectativa de que México logre aplicar reformas estructurales, especialmente la del sector petrolero y gasífero, para que generen aún más crecimiento.

 

“Hay esperanza de que estas reformas se implementarán y generen crecimiento”, indicó.

 

En general, el Fondo Monetario Internacional redujo a 2.7% su proyección de crecimiento en América Latina y el Caribe durante 2013 debido al impacto causado por una infraestructura insuficiente, una caída en los precios de las materias primas y un endurecimiento de las condiciones financieras mundiales.

 

CAMBIA LA DINÁMICA

 

La dinámica económica global ha cambiado y si antes eran los países emergentes los que tenían la batuta ahora son los avanzados los que vuelven a llevar la voz cantante, aunque el futuro inmediato lo determinarán Estados Unidos y China.

 

Así lo asegura el Fondo Monetario Internacional en su informe semestral, que rebaja en tres décimas el crecimiento mundial previsto para 2013, hasta 2.9%.

 

En 2014, la locomotora económica global avanzará a un ritmo del 3.6%, dos décimas menos de lo anticipado en julio.

 

Según el Fondo, las economías emergentes crecerán este año un 4.5%, medio punto menos de lo anticipado en julio. En 2014 el crecimiento será de 5.1%, cuatro décimas menos de lo previsto.

 

“La economía global se ha adentrado en una nueva transición”, afirmó ayer en rueda de prensa el economista jefe del FMI, Olivier Blanchard, quien destacó que las economías avanzadas se están fortaleciendo lentamente, mientras que los mercados emergentes se han desacelerado más de lo previsto en julio.

 

En ese contexto, Estados Unidos da muestras de una renovada fortaleza y volverá a convertirse en el principal motor económico global, siempre y cuando la paralización de parte de la Administración federal dure poco y el Congreso dé luz verde a la ampliación del techo de la deuda, que se alcanzará la próxima semana.

 

Espera que EU crezca 1.6% en 2013 y un 2.6 % en 2014, una y dos décimas menos, respectivamente, de lo pronosticado en julio.

 

Blanchard aseguró el cierre parcial de servicios en la Administración tendrá consecuencias macroeconómicas limitadas si no se prolonga demasiado.

 

Distintas serán las cosas si no se eleva el tope de deuda federal de 16.7 billones de dólares antes del 17 de octubre.

 

“Se sentiría de forma inmediata y conduciría potencialmente a grandes alteraciones en los mercados financieros, tanto en Estados Unidos como a nivel internacional”, según alertó Blanchard. “Creemos que el riesgo es bajo pero de materializarse tendría graves consecuencias”.

 

En el recuento por países, destaca también el caso de Japón, que disfruta de un vigoroso repunte que se traducirá en un crecimiento económico del 2% este año, pero que perderá vapor en 2014, cuando el producto interior bruto (PIB) nipón alcanzará el 1.2%.

 

La zona euro, mientras tanto, comienza a ver la luz al final del túnel, aunque el crecimiento permanece raquítico y persisten viejos males como la fragmentación del sistema financiero.

 

Las proyecciones del Fondo apuntan que la actividad económica en la zona euro se contraerá un 0.4% este año y repuntará 1% el próximo.

 

El Fondo considera que ese cambio en las dinámicas de crecimiento plantea nuevos desafíos y hace hincapié en que el futuro inmediato dependerá de dos factores: el futuro de la política monetaria de Estados Unidos y la evolución de China.

 

El segundo factor determinante es la creciente percepción de que China crecerá más lentamente a medio plazo que en los últimos años, lo que pasará factura a muchas otras economías, sobre todo a las exportadoras de materias primas en los países emergentes y en desarrollo.

 

El Fondo insiste, además, en que ya no existe consenso en la idea de que las autoridades chinas vayan a reaccionar con un fuerte paquete de estímulo si el crecimiento cae por debajo del objetivo oficial del 7.5%.

 

Según las proyecciones del FMI, China crecerá 7.6% este año y un 7.3% el próximo.

 

Por lo demás, el informe alaba la determinación de los responsables políticos a la hora de evitar que la economía global se despeñe y concluye que la principal preocupación ahora es un escenario de un crecimiento anémico y prolongado.