En 2012, el gobierno federal anunció su decisión de recuperar para el Estado el espectro de la banda 2.5 GHz, considerando que un bien de la nación (el espectro radioeléctrico idóneo para servicios de banda ancha) estaba siendo subutilizado por su concesionario, la empresa MVS de la familia Vargas. La medida se complicó aún más por la falta de acuerdo entre MVS y la SCT para determinar cuánto debería de pagar MVS por derechos de refrendo, no pudieron fijar la cantidad y reventó cuando se hicieron públicas conversaciones (mensajes y correos) privadas entre actores principales y secundarios.

 

Aquello, bien recordará el espectador, fue intenso: que si censura de la entonces vocera presidencial Alejandra Sota a Carmen Aristegui por haber cuestionado la sobriedad de Felipe Calderón, o la postura ambivalente ante las presiones de Joaquín Vargas Guajardo, y la intervención del hoy senador Javier Lozano. Un lodazal del que nadie salió limpio pero tras el cual tampoco cambió nada. La inercia burocrática prosiguió.

 

Hace unas semanas trascendió un acuerdo para que MVS mantenga la concesión sobre 30% del espectro que originalmente tenía sin definir, el monto que debe pagar al Estado y que sería en la reforma hacendaria donde eso se defina. El 70% restante sería adjudicado para nuevos servicios de cuádruple play, correspondiéndole ya al nuevo Instituto Federal de Telecomunicaciones definir las bases para su licitación.

 

Conservar 60 de los 190 megahertz en esa banda de 2.5 GHz pudiera (dependiendo de lo que les cueste) ser algo benéfico para MVS, si es que ello ocurre, ya que ahora Cablevisión de Emilio Azcárraga (Televisa), a través de sus abogados, ha conseguido que una juez especializada en telecomunicaciones, analice un nuevo amparo en contra de la SCT impugnando la prórroga de la concesión a favor de MVS. Este asunto lleva entre tribunales y dependencias federales siete años y contando. Por cierto, el expediente pasará de la SCT al IFT.

 

Cinco meses para poner sus barbas a remojar

 

El comisionado presidente del IFT, Gabriel Contreras Saldívar anunció, en el marco del Seminario sobre Leyes Secundarias de la Reforma Constitucional en Telecomunicaciones, organizado por Telecom-CIDE, que será en 150 días cuando el nuevo órgano regulador determine qué empresas o grupos son considerados actores preponderantes y lo más importante, sujetos a regulaciones asimétricas para nivelar lo que hoy esta chipotudo.

 

La trascendencia de estas reglas diferenciadas puede ir desde tarifas de interconexión hasta la obligación de desincorporar negocios o devolver concesiones al Estado.

 

En el mismo evento, la comisionada Adriana Labardini señaló los riesgos inherentes al proceso de construcción de las leyes secundarias, respecto a la tentación para que actores relevantes del sector traten de incidir y eludir el espíritu de la reforma constitucional.

 

El gran final de Breaking Bad

 

La adictiva historia de Walter White y Jesse Pinkman, producida a lo largo de cinco temporadas por AMC, llegó al final. El capítulo concluyente generó durante su transmisión un tráfico de más de 1.24 millones de tuits; el presidente de DreamWorks le ofreció a AMC pagar 75 millones de dólares si le producían tres episodios más para venderlos en plataformas de pago, no aceptaron.

 

La locación de Breaking Bad, Albuquerque, se transformó en atractivo turístico y hasta los calzoncillos en los que aparece al principio Walter White, se subastan al igual que su vehículo Aztek de GM, o su sombrero Goorin Bros. Millones hablan del final de una de las series de televisión que permiten afirmar que hoy, ese formato, la televisión y las redes sociales, viven su edad de oro.