WASHINGTON. A siete días de la fecha en que el Congreso defina la capacidad de endeudamiento del gobierno federal, el presidente Obama decidió rechazar la propuesta de los republicanos en la Cámara baja para extender, sólo por seis semanas, ese límite de deuda. Los legisladores ofrecían aumentar la capacidad del Departamento del Tesoro para pagar sus obligaciones hasta el 22 de noviembre, a cambio, pretendían que el mandatario negociara un acuerdo de largo plazo para reducir el déficit fiscal y un ajuste fiscal.

 

Reunidos en la Casa Blanca, los líderes republicanos de la Cámara de Representantes abundaron en su propuesta: un aumento del gasto público durante seis semanas aunque se mantendría la parálisis gubernamental. En reacción, el ejecutivo rechazó ese plan que no permitiría reabrir el gobierno. Actualmente, la Reserva Federal como el Departamento del Tesoro elaboran proyectos alternativos de pago de la deuda en caso de que se prolongue la negativa republicana a aumentar el techo de la deuda.

 

Durante la mañana del jueves había avanzado entre los republicanos de la Cámara de representantes un plan para liberar, temporalmente, el límite de endeudamiento gubernamental. Se hablaba de un paquete de propuestas sobre la reducción del déficit y de reformas fiscales que conducirían a la reapertura de la administración federal, además de poner fin a la amenaza del incumplimiento de pagos a los acreedores del país.

 

Ese plan se había esbozado desde el miércoles, cuando los republicanos Paul Ryan, líder del Comité Presupuestal de la Cámara Baja y Eirc Cantor, líder de la mayoría, llamaron al presidente  Barack Obama – desde el Wall Street Journal y The Washington Post– a sentarse a la mesa de negociaciones. El Post hizo notar que ninguno de ellos mencionó la Ley de Protección Económica como un asunto a discutirse.

 

La propuesta

 

 

En principio se habló de otorgar al gobierno fondos muy acotados durante un año y que reflejen de inmediato en qué se utilizaron. Ese tipo de financiamiento conocido como “secuestrado”. En ese marco, también puede aumentarse el techo de la deuda.

 

Otro rubro en el plan es el de la atención médica. De acuerdo con la propuesta de los republicanos, la revocación de un impuesto sobre los equipos médicos favorecería el ahorro con lo que asume un enfoque que intenta parecerse al de la ley de protección médica del Ejecutivo. Esas consideraciones, aunque no complacen a los demócratas, son vistas como positivas por algunos asesores de los congresistas demócratas, dice el New York Times.

 

Hasta ahora persiste la exigencia de los republicanos para que se prive de fondos a la reforma sanitaria promulgada por Obama en 2010 como condición para aumentar el endeudamiento autorizado y reabrir el gobierno paralizado desde el 1 de octubre.

 

Grave no pagar

 

Al comparecer ante el Comité de Finanzas del Senado el jueves, el secretario del Tesoro, Jacob Lew, advirtió que cualquier demora en la autorización de un mayor endeudamiento gubernamental afecta a la vida cotidiana más allá de los mercados financieros. Entre el 17 de octubre y el 1 de noviembre, dijo Lew, Estados Unidos “tiene grandes pagos a los proveedores de Medicare, los beneficiarios del Seguro Social, los veteranos y los salarios de los militares en servicio”.

 

No obstante, los mercados recibieron con optimismo los rumores de una posible solución, siquiera temporal, a la discordia entre el Congreso y la Casa Blanca. Lew evitó responder a las preguntas acerca de la cifra que el presidente Obama estima que aumente el endeudamiento, aunque sostuvo que “cuanto más largo sea el período, mejor es para la economía”.

 

A pesar de la oferta del presidente de negociar, aunque “sin amenazas” los legisladores alineados con el movimiento ciudadano Tea Party, que ya dejaron sin fondos a buena parte del gobierno, dudan de que las consecuencias de una moratoria sean tan dramática y exigen al gobierno que reduzca sus gastos.

 

Ayer, el Fondo Monetario Internacional (FMI) pidió a Washington que solucione con celeridad el problema del techo de la deuda y aunque valoró positivamente el acuerdo a corto plazo propuesto por los republicanos aseguró que una propuesta a más largo plazo sería “mucho mejor”.

 

“Cuanto antes se solucione mejor”, afirmó la directora gerente del FMI, Christine Lagarde en referencia al límite de la deuda federal que debería alcanzarse la próxima semana en EU. La titular del FMI valoró positivamente el plan de seis semanas propuesto hoy por los líderes republicanos de la Cámara de Representantes para evitar que la mayor economía mundial se declare en suspensión de pagos, un plan que fue recibido con fuertes alzas en los principales indicadores de Wall Street. Aun así Lagarde precisó que “un plan mucho más largo sería mucho mejor”.

 

Renuncia en el Pentágono

 

En medio del debate económico, hoy el secretario de Defensa Chuck Hagen anunció que el subsecretario de Defensa, Ashton Carter, renunció a su puesto. Sin explicar la causa, en una declaración escrita se informa que el secretario aceptó la decisión de su segundo de dejar su cargo a partir del 4 de diciembre. Carter, de 59 años, se convirtió en subsecretario de defensa en octubre del 2011, cuando Leon Panetta estaba a cargo de la dependencia. Antes de eso fue jefe de adquisiciones, tecnología y logística. También trabajó en el Pentágono a mediados de la década de 1990. Hagel dijo que Carter tiene “un conocimiento sin paralelos de cada faceta” del sistema de defensa estadounidense y que se sentirá su ausencia.

 

EU: sistema de seguro de salud no va bien

 

 

El debut de los mercados de seguros de salud del gobierno atrajo una gran audiencia, pero también muchas críticas. Apenas 7 % del público opinó que el lanzamiento salió extremadamente bien o muy bien, según una encuesta de AP-GfK. Entre los partidarios de la nueva ley sobre seguro médico, la califican bien con 19 %  y entre quienes carecen de seguro de salud —el sector clave-, el 42 % dice que no sabe lo suficiente como para juzgar el debut del sistema, lo que indica una falta de conocimiento sobre el programa en sus primeros días. Pese a los inconvenientes iniciales, muchos estadounidenses han decidido probar el sistema.

 

El 7 % de los encuestados reportó que alguien en su hogar trató de inscribirse para comprar seguro por medio de los mercados ofrecidos por el sistema, según la consulta. Aunque es un porcentaje pequeño, podría representar más de 20 millones de personas. Tres cuartas partes de quienes intentaron inscribirse reportaron problemas y eso fue decisivo para las opiniones negativas. La encuesta fue conducida del 3 al 7 de octubre en mil 227 adultos. AP