Sabores frescos y sugerentes, presentaciones que expresan la más pura esencia de la marisquería mexicana: directa a la provocación de los sentidos, al antojo, al juego de la acidez, de los agridulces, de los picantes que se vuelven potenciadores de la excelencia nata de los buenos productos.
El chef Eric Díaz no necesita estar a la orilla del mar para garantizar la frescura de los pescados y mariscos. Cuando los ingredientes llegan diariamente a su cocina hay un puntual y enérgico trabajo con sus proveedores; con la gente del Sargazo, desde luego, en Baja California, y de otros puntos del país, como Veracruz, de donde proviene la sierra que sirve en diversas presentaciones y que sigue rindiendo homenaje al ingenio de las cocineras mexicanas, a las amas de casa; y ante todo a la prodigalidad de las costas nacionales, que brindan especies maravillosas que han sido esencia de la culinaria familiar a través de generaciones.