El presidente Barack Obama se reunió el viernes con Malala Yusafzai, una activista de 16 años de edad que aboga por la educación de las niñas y que fue objeto de un intento de asesinato del Talibán.

 

Malala era considerada una fuerte candidata al premio Nobel de la Paz, el cual fue concedido finalmente el viernes a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas. La joven paquistaní asistió a Washington para hablar en dos actos.

 

Después de la reunión, la joven dijo en un comunicado que se sentía honrada de conocer al presidente, quien ganó el Nobel de la Paz anteriormente.

 

“Le agradecí al presidente Obama el trabajo que hace Estados Unidos para apoyar la educación en Pakistán y Afganistán, y la de los refugiados sirios. También expresé mi preocupación de que los ataques con aviones no tripulados estén alimentando el terrorismo. Personas inocentes mueren por estos actos, y eso genera resentimiento en el pueblo paquistaní. Si reenfocamos los esfuerzos en la educación, se tendrá un gran impacto”, dijo.

 

Malala pidió una mayor cooperación entre los gobiernos de Estados Unidos y Pakistán.

 

La Casa Blanca dijo en un comunicado que Malala se reunió con el presidente y con la primera dama en la Oficina Oval, donde el presidente firmó un decreto para designar el viernes como el Día Internacional de la Niña. El decreto dice en parte que “en todos los continentes hay niñas que cambiarán el mundo de modos que solo podemos imaginar, si tan solo les permitimos la libertad de soñar”.

 

Malala recibió un balazo en la cabeza en octubre de 2012 cuando se dirigía a su casa tras asistir a la escuela. Fue llevada a un hospital de Gran Bretaña, donde reside actualmente. Su libro “Soy Malala” se publicó el martes.

 

El viernes, la joven habló en un acto del Banco Mundial, y tenía programada una presentación en la escuela Sidwell Friends, a la que asisten las hijas de Obama.