El Gobierno mexicano expresó su “firme apego” al principio de “una sola China” este fin de semana, coincidiendo con la visita que desde el pasado día 11 realiza a este país el dalái lama Tenzin Gyatso, líder espiritual tibetano en el exilio.
En un comunicado la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) informó de que “el Dalai Lama, en su carácter de líder espiritual del budismo tibetano, realiza una visita privada a México”.
La Cancillería mexicana recuerda que “la Declaración Conjunta entre México y la República Popular China, suscrita el 4 de junio de 2013, durante la visita de Estado que realizó a nuestro país el Presidente Xi Jinping” el país norteamericano “expresa su firme apego al principio de ‘una sola China'”.
Además en esa declaración este país ratifica la posición de que “el Tíbet forma parte inalienable del territorio chino y los asuntos tibetanos son asuntos internos de China”.
Sólo orando no se logrará la paz en el mundo: Dalai Lama
La paz en el mundo no se logrará únicamente orando; se requiere esfuerzo humano, expresó en XIV Dalai Lama del Tíbet, Tenzin Gyatso y premio Nobel de la Paz 1989.
En su tercer día de visita en México, el líder espiritual señaló que la mayoría de la gente pide a Dios o a Buda esperando un milagro y a veces acude y otras no llega la ayuda, de ahí la frustración, por lo que insistió en que se requiere el trabajo y esfuerzo de las personas.
Al dictar una conferencia de dos horas en la Arena Ciudad de México, el Dalai Lama, quien tiene 78 años, consideró que no serán las religiones las que resolverán el problema de la corrupción, porque no hay una religión universal.
De hecho, añadió, de los siete mil millones de habitantes en el mundo, mil no creen en nada y mencionó que la India es el país más espiritual; sin embargo, tiene una enorme brecha de desigualdad.
De acuerdo con el Dalai Lama, el problema de la corrupción se debe a que los sistemas educativos no fomentan los valores humanos y morales. Están más enfocados a lo material, en lugar de fomentar los valores, pero también ocurre en las religiones en donde mucha gente fomenta la corrupción.
Las religiones más avanzadas, expresó, son aquellas que están basadas en fuentes filosóficas, aunque todas coinciden en que la base de la felicidad son el amor y la compasión.