ALBANO LAZIALE. El funeral del criminal de guerra nazi Erich Priebke fue cancelado el martes por su abogado en el último momento después de que la policía impidió que amigos y familiares asistieran en medio de una ruidosa protesta contra la ceremonia.
Entre gritos de “asesino” y “verdugo”, miles de personas abuchearon los restos de Priebke cuando su ataúd arribó a una misa fúnebre oficiada por un grupo católico disidente que se opone a las relaciones del Vaticano con los judíos.
Pero el abogado de Priebke, Paolo Giachini, dijo a The Associated Press que el funeral no se llevó a cabo “porque las autoridades no permitieron que ingresara la gente que quería entrar”. El féretro permaneció en el interior.
Desde la muerte de Priebke el viernes pasado a los 100 años de edad, se desarrolla un debate furioso sobre qué hacer con los restos del hombre que participó en la matanza de 335 civiles en las Fosass Ardeatinas de Roma durante la ocupación nazi de Italia en 1944.
El vicario del papa Francisco en Roma se negó a darle un funeral católico en la ciudad, y tanto la patria natal de Priebke, Alemania, como su patria adoptiva, la Argentina, se niegan a recibir sus restos.
El jefe de la policía de Roma respaldó la posición del Vaticano, preocupado por posibles alteraciones al orden público.
Ha habido fuertes tensiones desde que Priebke murió y dejó tras de sí una entrevista en la que negó que los judíos hayan muerto en las cámaras de gases de los nazis.
Nadie parecía listo para manejar su funeral hasta que, en un giro surrealista, la cismática Sociedad San Pío X, en la ciudad de Albano Laziale, aceptó brindarle una misa fúnebre.
La sociedad, conocida por los puntos de vista antisemitas de algunos de sus integrantes, sigue celebrando la misa en latín según se acostumbraba antes del Concilio Vaticano II. Aún no se decide dónde será enterrado.
Al arribar el ataúd al complejo bardeado de la Sociedad, la gente concentrada a su alrededor empezó a golpear la carroza con puños y paraguas, entre gritos de “¡Todos somos antifascistas!” y “¡Priebke asesino!”. Una mujer se desmayó.
Giachini dijo que los familiares y amigos del fallecido querían ingresar, pero la policía no se los permitió.
“Todo estaba listo. Aguardábamos a los que debieron haber llegado para participar”, señaló.
La sociedad fue creada en 1969 en oposición a las reformas del Vaticano II, en particular su búsqueda de buenas relaciones con los judíos. Se apartó de Roma cuando su líder consagró obispos sin el consentimiento del papa. La Iglesia católica no la reconoce.
Uno de sus miembros en desagracia es el obispo Richard Williamson, quien provocó un escándalo en 2009 al negar que hubieran muerto judíos en las cámaras de gas durante el Holocausto.
Priebke sostenía esas posiciones. En una entrevista final difundida por su abogado después de su muerte, acusó a los países occidentales de inventar los crímenes del Holocausto para encubrir las atrocidades cometidas por los Aliados durante la Segunda Guerra Mundial.
Al correrse la voz de que la sociedad oficiaría la misa, el alcalde de Albano Laziale emitió una ordenanza para prohibir el ingreso del ataúd a la ciudad, pero el prefecto del gobierno la derogó.
El vicealcalde Maurizio Sementelli dijo que una de las razones de la indignación fue que una de las víctimas de la masacre era de Albano.
Priebke estuvo prófugo durante casi medio siglo hasta que fue extraditado desde la Argentina en 1995 para ser juzgado por la masacre de 1944. Murió en Roma en la casa de Giachini, donde cumplía cadena perpetua bajo arresto domiciliario.
Giachini indicó que sólo quería un funeral católico para su cliente, de quien dijo que se había confesado y recibido la absolución.
Pero el vicario papal de Roma, cardenal Agostino Vallini, le negó un funeral en la iglesia, presumiblemente porque provocaría disturbios o porque el oficio sería utilizado por otros negadores del Holocausto para promover su causa.
Fue una decisión sumamente inusual que tuvo en cuenta las poderosas emociones suscitadas por la muerte de Priebke, sobre todo en la comunidad judía romana.
El miércoles se cumple el 70 aniversario de las redadas de judíos del gueto de Roma.