La radio cambia cada determinado tiempo. La mayoría de las veces, de forma silenciosa -por paradójico que parezca- los grupos radiofónicos comienzan a mutar sus conceptos musicales de acuerdo a las tendencias políticas y económicas del país.

 

A nivel mundial, los formatos musicales viven movimientos peculiares, donde las frecuencias son tomadas por formatos más cómodos y dirigidos a público que no es asiduo usuario de internet y que los servicios de streaming no son, necesariamente, algo que usen día a día.

 

Estaciones de Country y pop comienzan a proliferar y la frecuencia modulada se llena de música desechable. Basura auditiva, pues.
Eso sí, las estaciones habladas siguen con el reinado casi total en la amplitud modulada. La radio internacional le da respeto a los kilohertz, cosa que en México despreciamos tanto que hubo que modificar la ley para darles a los concesionarios de AM un espejo en FM. Matar la gallina de los huevos de oro, pues.

 

Y sí, el mercado radiofónico del país es curioso, peculiar y de vaivenes. Por lo general, los cambios de formato comienzan junto con el cambio de año. Ahora, los rumores y reacomodos se adelantaron.

 

ACIR sacrificó su estación hablada en FM para crear un híbrido peligroso. Siempre 88.9 pareciera un experimento destinado al fracaso, donde las noticias se minimizan y dan paso al peor catálogo en español y a locutores que se escuchan todo, menos cómodos. Sorprendentemente, no les va mal. Los taxistas capitalinos han comenzado a convertirla en la primera de su memoria, probablemente porque es el ruido de fondo menos molesto.

 

La semana pasada, ACIR volvió a cambiar de forma inesperada una de sus estaciones. Desapareció su plataforma popera llamada Digital 99 y, en sociedad con The Walt Disney Company, lanzó Radio Disney.

 

Bajo la batuta de Arturo López Gavito -que las masas reconocen como juez de un reality show pero que, en realidad, es de los más preparados personajes de radio del país-, Radio Disney tiene una mezcla de música pop con contenidos del canal. Apenas el viernes, lograron bloquear los alrededores de las instalaciones de ACIR por la llegada de Demi Lobato, vedette juvenil con el auspicio Disney.
La apuesta es grande. Disney tiene estaciones de radio en varias partes del mundo. No era raro que quisiera explorar el mercado mexicano. De hecho, el acercamiento a un grupo radiofónico era natural y esperado, ya lo había intentado con otros.

 

Ahora, también se espera un cambio fuerte en Mix, la estación de música en inglés del grupo de Francisco Ibarra que, desde la salida del multicitado Antonio Esquinca. No ha podido despegar de nueva cuenta.

 

Sin embargo, la verdadera noticia que se espera en el cuadrante capitalino -y que, de una forma u otra, afectaría formatos en todo el país- es el futuro de Reactor 105.

 

Creada hace nueve años, Reactor surgió como la evolución de Órbita 105.7, la estación dirigida al mercado del adulto joven en la Ciudad de México y que era parte del Instituto Mexicano de la Radio.

 

Reactor ha creado en casi una década no sólo un amplio grupo de seguidores y simpatizantes, sino un circuito cultural donde escritores, cineastas, diseñadores, jóvenes empresarios y, por supuesto, músicos, ven un aparador fiel de lo que sucede en la Ciudad de México en cuanto a pensamiento de vanguardia.

 

Tras la salida de Marcelo Lara de la dirección de la emisora, los rumores sobre su cambio se han expandido. Algunos hablan incluso del regreso del concepto Órbita, donde la estación era más una válvula de escape de un sector social. Otros hablan de un término medio y se barajan nombres que van desde Alfredo Martell hasta Evaristo Corona.

 

Reactor se acerca a su aniversario nueve. También a las definiciones sobre su futuro. Como sea, la Ciudad de México requiere de una estación que, como Rock 101 o RadioActivo en su momento, dé cabida a un amplio sector social que, con el tiempo, serán activo fundamental en la toma de decisiones del país.

 

La próxima semana, hablaré de los cambios en Monterrey y la radio en Guadalajara, donde también hay una agenda interesante a desarrollar.