La organización civil el Poder del Consumidor y especialistas recomendaron imponer un gravamen de dos pesos a las bebidas azucaradas, a fin de disminuir su consumo y evitar daños en la salud como el sobrepeso y la diabetes.
El director de la citada organización, Alejandro Calvillo Unna, estimó que de aprobarse un impuesto de sólo un peso, como se propuso inicialmente, no habrá una reducción importante en el consumo de refrescos.
En el marco de la conferencia “La pandemia del azúcar, el desencuentro de la política pública con la política”, insistió en que parte de los recursos que sean recaudados con el nuevo gravamen deben destinarse a la prevención de enfermedades derivadas del sobrepeso y a la introducción de bebederos de agua en las escuelas públicas.
El activista recordó que con un impuesto de un peso por litro de bebida azucarada podrán recaudarse 11 mil millones de pesos, y comentó que con sólo dos mil millones se podrían instalar bebederos de agua en 120 mil escuelas de educación básica.
Si el aumento fuera de dos pesos, como se propone, se recaudarían 22 mil millones de pesos de ingreso, con lo que habría recursos para muchísimas cosas, enfatizó.
Calvillo Unna indicó que los recursos necesarios para atender la epidemia de obesidad que azota al país son de 80 mil millones de pesos por costos directos e indirectos y se calcula que en cinco años será de 150 mil millones de pesos.
Señaló que un alza en los impuestos a las bebidas azucaradas no pone en riesgo la industria del azúcar, es decir, no desaparecerá.
Incluso estamos diciendo que es necesario tener un poquito más de cuidado con el jarabe de maíz del alta fructuosa que es el que se importa, añadió.
A su vez, Robert Lustig, integrante del Instituto de Estudios de Política de Salud de la Universidad de California, indicó que para que cambie el patrón de consumo de refrescos es necesario un impuesto considerable.
El especialista consideró que ante los problemas de salud que el consumo de bebidas azucaradas están generando en el mundo es necesario promover un cambio en el consumo de dicho producto.