BERLÍN. El partido alemán de Los Verdes abandonaron las conversaciones con la Unión Cristianodemócrata (CDU) de la jefa de gobierno de Alemania, luego de que ambas partes no lograran superar sus diferencias políticas, por lo que ahora las filas conservadoras podrían formar la “gran coalición” con los socialdemócratas, en medio de una polémica por supuesto tráfico de influencias del partido de la canciller.
Las conversaciones de sondeo entre la CDU y Los Verdes fracasaron, informó el secretario general de la CDU, Hermann Gröhe, tras una reunión de siete horas.
El dirigente anunció que la Unión se concentrará ahora en el Partido Socialdemócrata (SPD), con quien realizará una tercera reunión este jueves y con quien la agrupación de Merkel ya formó una “gran coalición” entre 2005 y 2009, durante el primer mandato de la canciller.
En las elecciones del pasado día 22 de septiembre, la conservadora CDU de Merkel se quedó a un paso de la mayoría absoluta, pero sin sus socios de gobierno, los liberales del FDP, que al no alcanzar el mínimo del 5% no obtuvo representación en la Cámara baja (Bundestag).
Los líderes de la CDU y de Los Verdes describieron las conversaciones de intensas. Sin embargo, no pudieron acercar las posiciones en una serie de temas clave, incluyendo la introducción del salario mínimo por ley, una reforma del seguro de salud y un impuesto a los ricos para financiar proyectos de infraestructura.
Una coalición entre la CDU de Merkel y Los Verdes “no era sostenible o suficientemente fuerte”, dijo la presidenta de Los Verdes, Claudia Roth.
Las diferencias entre la CDU/CSU y los Verdes son mayores que las existentes con el SPD, particularmente en relación a la transición energética y el fomento de energías renovables, para compensar el cierre paulatino de las centrales atómicas acordado por Merkel.
Sin embargo, la opción verde representaba para la canciller conservadora un sacrificio menor en cuanto a número de carteras que debería ceder.
Pactar una gran coalición con el SPD -que quedó en 25.7 %- implicará ceder a ese socio entre cinco y seis ministerios, entre ellos Finanzas, según citan medios alemanes.
BMW invierte en Merkel
En el ánimo de los Verdes pudo pesar, según medios, la noticia difundida ayer de que la CDU recibió dos semanas después de ganar las elecciones una donación de 690mil euros de los accionistas mayoritarios -la poderosa familia Quandt- del consorcio automotriz BMW, poco después de las elecciones generales y en medio de la presión de Alemania para revisar el acuerdo de emisiones de CO2 de los automóviles en la Unión Europea y coincidiendo ayer con el bloqueo por parte de Alemania de la iniciativa. Los partidos de la oposición han aprovechado la ocasión para criticar a la canciller y su partido, sospechosos ahora de venderse a la industria.
Las primeras consecuencias han sido políticas. El colíder de los Verdes, Juergen Trittin, ha publicado en su Twitter que la familia Quandt “había comprado la política climática de Merkel el 9 de octubre por 690 mileuros”. Una dura acusación que no ha tenido una respuesta contundente del Ejecutivo.
La ley de Partidos de Alemania obliga a las formaciones a informar inmediatamente al Bundestag de todas las donaciones que superen los 50 mil euros. Mientras, las donaciones entre 10 mil y 50 mil euros se incluyen en los informes anuales de los partidos políticos.