La firma de un pacto por el campo, que diversas organizaciones agrarias demandan al gobierno federal, y la presentación de la anunciada reforma para el sector tendrán que esperar hasta el próximo año, hasta que otras reformas estructurales hayan sido aprobadas por el Congreso, esto último según el titular de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), Enrique Martínez y Martínez.
“He conversado con todos los dirigentes de las organizaciones campesinas en el país y les he dicho que este no es el momento de que entremos con el pacto por el campo, les he comentado que la gran reforma agraria la vamos a hacer, el Presidente la ha instruido ya, pero hay que esperar el tiempo adecuado”, señaló.
No obstante, el funcionario subrayó la necesidad de una reforma agraria que garantice la disminución de la dependencia alimentaria en el país y la situación que mantiene a 22 millones de mexicanos con hambre severa.
En marzo pasado, tras una comparecencia ante las comisiones de Agricultura y Sistema de Riego, Desarrollo Rural, Pesca y la de Ganadería en la Cámara de Diputados, Martínez anunció que el gobierno federal preparaba una iniciativa de reforma agraria para transformar al sector e impulsar un campo justo, productivo y sustentable.
Incluso, en la primera mitad del año declaró que dicha iniciativa se presentaría en el actual periodo legislativo, sin embargo ésta tendrá que esperar para el siguiente periodo, anunció el día de ayer.
Durante el foro Sistemas alimentarios sostenibles: Una política integral de seguridad alimentaria y nutricional, realizado este miércoles, el titular de la Sagarpa comentó que en este momento en el que los legisladores analizan las reformas hacendaria, energética y política, “si empalmamos el pacto para el campo nos perdemos; tenemos que esperar los tiempos adecuados y ya no tardan”.
Diversas organizaciones han ejercido medidas de presión para apresurar la firma de dicho pacto. Este miércoles, integrantes del Congreso Agrario Permanente (CAP) marcharon del Ángel de la Independencia a la Secretaría de Gobernación (Segob), en la Ciudad de México, para exigir la atención del titular de la dependencia, Miguel Ángel Osorio Chong.
Max Correa, dirigente del CAP, declaró que “el tema del campo no reconoce de agendas políticas, ni de periodos fiscales. Sagarpa nos ha explicado la ruta y sus tiempos, pero pensamos que cuando eso suceda muchos vamos a estar muertos. Además, si se plantea como ellos lo dicen, prácticamente se iría la tercera parte del sexenio de Peña Nieto, lo que sería tiempo perdido”.
En los últimos 10 años, el crecimiento en índices de productividad agrícola en México alcanzó apenas 1.1%, cifra inferior a la década anterior y al promedio del crecimiento en América Latina, que es de 2.5%, apuntó la representante en el país de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Nuria Urquía Fernández.
ASISTENCIALISMO
En el marco del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, que se conmemora cada 17 de octubre, Rosario Robles, titular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) destacó que en los últimos ocho meses el gobierno avanzó en el rediseño de programas sociales sobre la base de una política social de “nueva generación”, particularmente del programa Oportunidades de transferencias monetarias.
En este marco, el secretario de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), Enrique Martínez y Martínez, calificó a los programas asistencialistas como un “mejoralito” que solucionan los problemas de pobreza social y en el campo sólo de momento.
Para revertir la situación de pobreza en la que viven millones de mexicanos es necesario desarrollar programas de producción, crear trabajos que den resultados e impulsar al crecimiento económico del país, acotó Martínez.
DATOS
53.3 millones de mexicanos son pobres
22 millones padecen hambre severa
24.9% de la población se encuentra en situación de inseguridad alimentaria
1.1% creció la productividad agrícola en México en la última década
40% de los cereales que se consumen en el país son importados