Un ex marine, dos pandilleros y una mujer, todos de origen estadunidense, junto con un mexicano, fueron detenidos por su probable responsabilidad en el secuestro del sacerdote Juan Carlos Áckerman Ayón.
El plagio sucedió el martes pasado en Tijuana, Baja California, donde habrían cometido otros dos plagios.
De acuerdo con información de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM), Sergio Erick Castañeda, ex marine, y Francisco Gallegos Martínez Crook, presunto pandillero, cuentan con antecedentes penales en Estados Unidos.
Los dos habrían actuado en complicidad con Jesús Manuel Salazar López, Anival Elenes Peña y su pareja Selene Yazmin Ruiz Camacho. Elenes Peña es un supuesto miembro de las pandillas de San Diego California.
El grupo habría cometido varios ilícitos en Tijuana desde hace tres meses.
Durante ese período, otro sacerdote y un comerciante también fueron plagiados y liberados cuando el grupo cobró rescate, los montos no fueron precisados por las autoridades.
Respecto de los antecedentes de Erick Castañeda, notas periodísticas indican que en octubre del año pasado fue investigado por la desaparición de Marlane Koue, su ex mujer, quien tramitó una orden de restricción por violencia doméstica, en 2009.
Este diario intentó contactar al presbítero Juan Carlos Áckerman Ayón, párroco de la Parroquia Santo Toribio Romo, y familiar del ex delegado de Economía en Baja California, Jacobo Ackerman, pero no hubo éxito, debido a que por su seguridad se encuentra en custodia de las autoridades.
Áckerman Ayón fue plagiado el martes pasado por al menos cinco hombres armados con rifles de alto calibre. Alrededor de las 3 de la tarde del miércoles, una denuncia anónima alertó que el padre estaba en un domicilio de la avenida Roberto de la Madrid en la colonia a Cañón del Sáinz.
Al llegar al domicilio, los municipales fueron recibidos a disparos por los presuntos plagiarios. La refriega culminó después de 20 minutos sin que se reportaran personas heridas.
Al ser detenido, Sergio Erick, el presunto ex marine, que confesó que él cobraría el rescate.
A través de un comunicado de la Arquidiócesis de Tijuana, titulado «Sobre el secuestro de un sacerdote de nuestra Arquidiócesis», exhorta a las autoridades a realizar las indagatorias para esclarecer el plagio.
“Confiamos como siempre en las autoridades correspondientes para que realicen las investigaciones pertinentes. Pedimos sus oraciones por nuestros sacerdotes y la paz de nuestra ciudad, estado y nuestro país», señala el comunicado.
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