WASHINGTON. El miembro de Al Qaeda, Hasán Ghul, uno de los principales asociados de Osama bin Laden, falleció en un ataque del Ejército de Estados Unidos, luego de que la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) colaboran estrechamente para su deceso a través de un ataque con aviones no tripulados conocidos como drones, según nuevos documentos del ex analista de la agencia, Edward Snowden, divulgados por el diario estadunidense The Washington Post.

 

La información que aparece en la versión digital del diario, revela la colaboración estrecha que mantienen la NSA y la CIA en la utilización ilegal de drones contra presuntos terroristas en otros países.

 

Ghul, mensajero principal de Al Qaeda en Irak en los meses posteriores a los atentados del 11 de septiembre, fue detenido por Estados Unidos en 2004. Ghul desveló bajo arresto los entresijos de la red de correos de Bin Laden y fue expulsado a Pakistán dos años después, donde volvió a trabajar para la red terrorista.

 

La publicación describe como mediante un mensaje electrónico enviado por la esposa de Ghul que escribió contando a su marido sus “actuales condiciones de vida, las agencias lo ubicaron y murió a causa de un ataque con un avión no tripulado en Paquistán en octubre de 2012.

 

Los documentos no explican si la actividad contra el contacto de Bin Laden se desarrolló a partir de los controversiales programas de la NSA o si fue interceptado previo a una orden legal, pero sí destacan que la propia agencia se enorgullece de sus habilidades. Uno de los documentos se llama, por ejemplo, “Éxito del CT Mac sobre Hasán Ghul”.

 

El diario aclaró que no divulgo más detalles de esos hechos a solicitud de funcionarios de inteligencia porque presuntamente eso dañaría operaciones y era un peligro para la seguridad nacional del país, justificación recurrente de estos casos para evitar escándalos.

 

El hecho deja en evidencia como la CIA, que opera el programa de drones, utiliza la capacidad de la NSA de recopilar miles de mensajes electrónicos, llamadas telefónicas y otra información, para desarrollar estas actividades aunque las mismas violen la soberanía de otros estados.

 

Tras el periodo de revelaciones de documentos filtrados por Snowden quien reveló los exhaustivos y generalizados programas de la agencia para recabar datos telefónicos, de correos electrónicos, tráfico de internet y redes sociales., el director de la Agencia Nacional de Seguridad y su segundo al mando abandonarán sus cargos en los próximos meses, según han revelado este miércoles funcionarios, en un hecho que podría dar al presidente Barack Obama la oportunidad de reconfigurar a la entidad de inteligencia.

 

Alexander ha formalizado los planes para abandonar su puesto en marzo o abril, mientras que el subdirector de la NSA, John “Chris” Inglis, tiene previsto retirarse a finales de año, de acuerdo a funcionarios estadounidenses que hicieron declaraciones bajo condición de anonimato.