Un lugar con mucha personalidad e historia llegó a Emilio Castelar, Malamén.

 

La experiencia dio origen cuando un grupo de amigos encontró un recetario en un ático de una casona de Reforma.

 

Mientras leían sus páginas,  nació la idea de crear este espacio y conseguir que la gente tenga acceso a las creaciones que ahora se encuentran en su menú conformado por las letras encontradas.

 

Es una experiencia que debes probar no sólo por lo culinario sino por sus paredes, adornos, vajillas y grandes charlas que en ese lugar puedes tener.

 

Realmente vale mucho la pena.

 

Emilio Castelar 121

Col. Polanco